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denuncias de ruido recibió la Secretaría de Gobierno local de Medellín en 2017.
El rugir de las retroexcavadoras y volquetas despierta a muchos habitantes en Belén y El Poblado. Perforaciones y gritos de obreros acompañan desayunos y almuerzos, la cotidianidad de los vecinos de proyectos de construcción se ve afectada. Unos piden paciencia y otros claridad en los horarios de trabajo.
Son ritmos diferentes. Los constructores afirman que, tradicionalmente, los trabajos en obra inician a las 7:00 a.m. para terminar temprano, a eso de las 5:30 p.m. Incluso, señalan, la norma urbanística así se los permite. Por el contrario, vecinos de los proyectos consideran que esa hora de arranque es muy temprano y, a veces, hasta se anticipan media hora para empezar la jornada.
La pesadilla comienza para Cristina Barrera a las 6:30 a.m. cuando, relata, a menos de 100 metros de su apartamento, en un conjunto residencial de la Loma de los Bernal, occidente de Medellín, reanudan los movimientos de tierra para construir un proyecto de vivienda.
“Hay noches en que trabajo hasta tarde y deseo no madrugar tanto, pero el ruido no me deja. Ni siquiera los sábados, día de descanso, puedo dormir un poco más”, dice y agrega que no hay controles al tráfico pesado ni al polvo.
¿Quién regula horarios?
El malestar de Barrera no es el único en los Bernal ni en muchos otros sectores de Medellín donde se desarrollan proyectos urbanísticos y obras públicas.
Según Jorge Montoya, habitante de una urbanización en Ciudad del Río, en El Poblado, sur de Medellín, una construcción vecina genera, además de contaminación, caos vehicular.
“Por momentos se hacen insoportables el ruido, la contaminación por tanto polvo, y pareciera que esto es incontrolado. Son años aguantando esa situación”, expresa.
Al poner la lupa en la norma establecida en el Código de Policía, artículo 135, se lee la prohibición de “demoler, construir o reparar obras (sin distinción si se trata de edificios, vías y otras intervenciones de espacio público) en el horario comprendido entre las 6:00 p.m. y las 8:00 a.m., como también los festivos, en zonas residenciales”.
A eso se debe la indisposición de Barrera que se ampara en la norma para denunciar que las obras suelen comenzar una hora más temprano de lo permitido.
Santiago Posada, coordinador de proyectos de Viviendas y Proyectos, constructora de la urbanización que molesta a Barrera, asegura que tradicionalmente en Colombia el trabajo en obras inicia desde las 7:00 a.m.
“Con el Código de Policía, nos proponen cambiar la jornada, pero es un horario que no conversa con la práctica de la construcción (...) Las empresas no hemos modificado nuestro horario y tácitamente fue aceptado por las autoridades, que nunca nos han molestado”, anota.
El directivo, si bien admite que generan un impacto ambiental, específicamente por ruido y polvo, agrega que son estrictos y rigurosos en las medidas de mitigación.
“Las personas quedan muy contentas con los proyectos que les entregamos, pero desconocen que somos desarrolladores de varias etapas. Entonces cuando compran deben saber que se pueden hacer más edificios”, señala y añade que hicieron un análisis en el que detectaron (por medio de encuestas y reuniones con la comunidad) que a las 7:00 a.m. “la mayoría de personas o están fuera de sus casas o están listas para salir”.
No obstante, si se incumplen los horarios establecidos en el Código de Policía, las constructoras se atienen a una multa de 16 salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, 416.656 pesos, además de la suspensión inmediata de la obra (parágrafo séptimo del artículo 135).
Según Camacol, las inspecciones de Policía permiten horarios por fuera de los establecidos siempre y cuando se cuente con autorizaciones escritas y con vigencia de un mes.
Esto sucedería, por ejemplo, cuando se presente la llegada extemporánea de una volqueta, los días de vaciados de cemento (un proceso que suele tomar casi un día entero y no se puede interrumpir), cuando haya que hacer traslado de redes o instalación de acueductos.
Cumplir es imperativo
Respecto al inconformismo de vecinos de obras, Camacol Antioquia, gremio de la construcción, acepta que este tipo de labores genera incomodidades, sobre todo porque llegan carros a un ritmo que no es acostumbrado, vehículos pesados, hay polvoreda, sonidos fuertes, gritos de orientadores de parqueo y hasta cierres parciales o temporales de las vías.
Sin embargo, la misma entidad hace un llamado a las autoridades a replantear el horario estipulado en el Código, para no afectar a las empresas en el desarrollo de proyectos.
De acuerdo con Gilberto Mejía, gerente de proyectos de la firma Londoño Gómez, el Código de Policía establece los horarios, pero, “en ocasiones hay que pedir permisos extras, porque un vaciado no se puede quedar a la mitad o una máquina llegó más temprano, sin embargo, eso se informa a las autoridades”.
“Es casi imposible no generar afectaciones a los vecinos. La idea es siempre tratar de mitigar cumpliendo los horarios, por ejemplo”, asegura.
Mejía establece que realizan un trabajo de socialización del proyecto en el vecindario y reconoce que, si hay muchos vecinos, será mayor el impacto. “Las obras se ejecutan respetando los horarios y generando cerramientos que mitiguen polvo y ruido”, se defiende.
Lina Calle, subsecretaria de Gobierno Local de Medellín, recalca que muchas de las obras que se construyen sin licencia ocasionan problemas, pues no hay quién responda a las personas para subsanarlas. En cuanto a los aspectos legales, la funcionara cuestiona el argumento de no cumplir el horario que establece el Código de Policía.
“La convivencia parte del principio de la corresponsabilidad. La justificación de que no les hacen cumplir la norma no es válida. Hacemos control y la ley dice que se trabaja desde las 8:00 a.m. y así lo tienen que cumplir”, enfatiza.
Calle invita a los ciudadanos a denunciar las constructoras y proyectos que incumplan el horario de inicio y final de trabajos, así como otras infracciones urbanísticas.
Para ello, indica, pueden dirigirse a las inspecciones de Policía en todas las comunas de la ciudad o llamar a la línea 123 e interponer formalmente la queja. “Estos son los medios y los escenarios donde la comunidad puede poner sus denuncias”, acota.
Con el objetivo de socializar su modelo de trabajo y la pertinencia en el manejo de mantener horarios tradicionales, los constructores anuncian el fortalecimiento de una mesa de trabajo entre empresas del sector.
Mientras tanto, las autoridades advierten que la norma estipulada en el Código de Policía es de obligatorio cumplimiento y harán efectivas las sanciones planteadas.