La recompensa de $10 millones fue anunciada por el alcalde Daniel Quintero, quien señaló que los actos de vandalismo contra la red de semáforos en la ciudad han sido premeditados y tienen como propósito —en sus palabras— generar una percepción negativa sobre la movilidad.
En lo que va del año, según cifras de la Secretaría de Movilidad, se han registrado 247 daños de semáforos, los cuales han resultado en pérdidas por $3.368 millones. Ello implica que casi la mitad de los 685 cruces semafóricos que tiene la ciudad se han visto afectados.
Para el mandatario, esa afectación responde a “prácticas premeditadas”, pues, hasta donde se conoce, los vándalos escogen los puntos críticos en horas de la noche, cortan los cables y dañan las tarjetas, pero no se hurta el material. “Lo único que quieren es causar congestión y caos vehicular para mostrar que las medidas de pico y placa no funcionan”, aseveró Quintero.
Pese a esto, en un recorrido por las calles de la ciudad entrada la primera semana del retorno del pico y placa, EL COLOMBIANO recogió opiniones de conductores particulares y de transporte público colectivo. Aunque estos reconocieron las fallas en los semáforos, afirmaron que los problemas de congestión no dependen solo de estos.