El alcalde Daniel Quintero no suele asistir a eventos públicos, algunos asesores le suelen recomendar que lo evite para que no tenga malos encuentros que terminen publicados en las redes sociales, justo como el que sucedió en el concierto de Maluma en el estadio Atanasio Girardot.
El descontento de buena parte de la ciudadanía que estaba allí fue más que evidente: la chifla creció por donde el alcalde caminaba, incluso algunos —en un acto reprochable que no se puede tolerar— le tiraban agua y le tocaban la cabeza de manera agresiva. Incluso, en Instagram apareció una queja de una asistente quien aseguró que el alcalde se les acercó para decirles “ustedes están acá por mí... y luego volvió y se acercó a buscar problemas”.
El asunto es que, nuevamente, el alcalde prefirió salir al ataque dando a entender que quienes lo chiflan se sentían orgullosos de grupos paramilitares o que apoyaban administraciones que se dedicaban a “tapar”.
Justo Quintero dijo en un trino: “Es cierto, mientras hacia un recorrido desde 2 palcos fueron agresivos, lanzaron agua y me tocaron la cara. Respondí con respeto y comprensión por su nivel del alcoholismo y por entender que un Alcalde de cambio ofende a los que se creían los mandamases de la ciudad”. Toda una respuesta de agresividad pasiva, pues no abre espacio a una duda simple: ¿será que tanto abucheo ante la más mínima participación en grandes eventos de verdad muestra un descontento?
Parece que ante las críticas y los disgustos que causa su administración, el alcalde decide atacar a la ciudadanía. Así como aquella vez en que lo chiflaron en un partido de fútbol: aseguró que toda una tribuna eran “diez pelagatos”. Lo mismo pasó en el teatro al aire libre Carlos Vieco en la presentación remasterizada de Rodrigo D, no futuro, de Víctor Gaviria; en ese momento Quintero dijo que no había sido algo tan grande, cuando era evidente el descontento contra la administración.
Justo Diana Osorio, gestora social de Medellín, respaldó a su esposo en Twitter con este mensaje: “El verdadero corazón se conoce en el trato al oponente”. Pero muchos recordaron el trato que desde redes sociales les han dado a sus adversarios políticos como los concejales Alfredo Ramos y Daniel Duque, incluso en contra de los miembros del movimiento de la revocatoria.
Y a esa andanada se sumó que el profesor universitario y activista Julián Vásquez mostró en Twitter como Juan David Quintero, hermano del alcalde, lo amenazó por publicar el video del abucheo. Este le envió un mensaje directo: “Donde te vea te don (sic) en la cara igual que esos perros”.
Así, con estos comentarios de ataques a los ciudadanos —“pelagatos”, “borrachos”, “mafiosos”, “paramilitares”— se trata de borrar tan fácil la crítica y el disenso.
Pero lo que terminó de colmar la paciencia de muchos fue que el alcalde trató de mostrar que este tipo de eventos suceden gracias a su administración. En Twitter dijo: “Un concierto como el de ayer de Maluma representa un antes y un después para la industria del entretenimiento en Colombia. Y vienen más”. Hay que recordar que en la ciudad ya se han hecho espectáculos de Madona, Beyoncé, Guns and Roses, J Balvin y Karol G, solo por mencionar los más relevantes.
Justo en estos tiempos donde la empatía es una palabra que pone a reflexionar a los gobiernos del mundo, incluso a la Alcaldía de Medellín, no estaría de más evitar el ataque a los ciudadanos que hacen oposición.
Hace unos cuántos días, en Blu Radio le preguntaron a Quintero por qué trataba como mafiosos a quienes le hacían críticas a su administración, haciendo referencia al movimiento revocatorio, como ya es costumbre, el alcalde se salió por los lados y se concentró solamente en hablar de la financiación de dicho movimiento.
Cada vez es más evidente la molestia con las críticas, tanto así que es poco lo que se le ve a Daniel Quintero en los eventos de la ciudad, cada tanto se anuncia que asistirá a una rueda de prensa pero termina yendo un secretario de su gabinete. Muchos se preguntan: ¿a cuál ciudad le toma el pulso el alcalde? ¿A quién escucha? ¿Con quién se reúne?
