Tres semanas de incertidumbre completaron las familias de los seis mineros atrapados una mina en Amagá. Aunque las autoridades de emergencia trabajan sin descanso desde el pasado 20 de julio, fecha en la que ocurrió la emergencia, todavía no ha sido posible bombear toda el agua y ubicar a los mineros.
Cabe recordar que el hecho ocurrió al mediodía del pasado 20 de julio, cuando de manera súbita una bolsa de agua estalló al interior de la mina afectado a los seis mineros que se encontraban a 280 metros de la entrada y no lograron salir.
Pero, ¿por qué ha sido tan difícil rescatarlos? Pues según explicaron las autoridades, aunque han logrado bombear ya 40 millones de litros de agua todavía no han logrado controlar mínimamente la inundación, ni siquiera han logrado comprender a qué se debió, ni cómo se filtró el agua ni tampoco si puede presentarse otro fenómeno similar.
Cabe recordar que la mina Nechí tiene 50 años de antigüedad y apenas desde hace un año comenzó a operar de manera legal. Después del accidente se conoció que habría un socavón vecino perteneciente a otra mina vieja abandonada el cual pudo ser el origen de la inundación, pero nadie sabía de esta.
Por todas estas razones los organismos de rescate señalan que no existen condiciones mínimas de seguridad para hacer un ingreso de búsqueda a la mina sin generar otra nueva tragedia. A esta altura el personal que adelanta las labores sigue a ciegas porque no existe un plano topográfico que les permita orientarse en la búsqueda de los seis mineros desaparecidos.
En Nueva Nechí hay 34 trabajadores, 26 de ellos mineros. La versión del dueño de la mina es que los trabajadores que estaban más arriba salieron corriendo cuando escucharon un estruendo, al parecer cuando el agua se metió. “Si la pared empieza a lagrimear, hay que irse, porque se revienta y se inunda todo”, dijo.
Los mineros desaparecidos son Héctor Fabio Osorio, 40 años; José Román Giraldo, de 56; Luis Eduardo Serna Quintero, de 36; Robinson Arbey Gutiérrez, de 36; Jhon Muriel Serna, de 49, y Hernán Darío Guisao, de 32.