A través de redes sociales se conocieron varias fotografías y videos que evidencian cómo algunos mono tití del oriente antioqueño están muriendo a causa de un cable de alta tensión que no tiene recubrimiento en el municipio de San Rafael, oriente de Antioquia.
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Los hechos están ocurriendo en la vereda Arenal, cerca a un balneario conocido como La Cristalina, según informó el medio local Mi Oriente, que recogió el testimonio de la propietaria de la finca desde donde se ven morir los animales.
“Nos ha tocado ver varias veces cómo los monos quedan electrocutados con ese cable de alta tensión que no ha sido debidamente tratado. Hemos enviado fotos y videos y solicitamos urgentemente que al menos recubran el cable”, dijo Rosmery Alzate.
Los cables son propiedad de Empresas Públicas de Medellín y desde Cornare, la autoridad ambiental del municipio, ya programaron una visita a la zona para empezar cuanto antes los arreglos del recubrimiento.
Asimismo, desde Cornare informaron que con EPM tienen una mesa de trabajo permanente para prevenir muertes de fauna silvestre como esta que se reportó en San Rafael, por lo que invitaron a la comunidad para que haga como en este caso y reporte cuando encuentre a algún animal en peligro.
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El mono tití es un animal endémico de Colombia y se encuentra dentro de la categoría de amenaza como en peligro crítico de extinción a causa de la deforestación masiva de sus bosques, así como la cacería y el tráfico ilegal. En el país, la especie está declarada en peligro desde 1973.
Es constante encontrar a estos animales en los bosques del oriente antioqueño, en municipios como San Luis, San Carlos o San Rafael. Y por esto es que las autoridades hacen llamados constantes a cuidarlos.
Además, estos monos, que tienen casi el tamaño de una ardilla y pesan generalmente menos de un kilo, sufren constantemente accidentes en las vías, pues terminan atropellados por los carros.
Cornare cuenta con un centro de atención y valoración de fauna silvestre (CAV) donde tiene equipo médico veterinario para atender a los animales que llegan malheridos y muchas veces pueden volver a integrarse a su hábitat natural; sin embargo, hay casos, como el del mono electrocutado donde es poco lo que se puede hacer.
Por fortuna, en la región del oriente, las comunidades están empezando a ser más conscientes del cuidado de la riqueza y flora de fauna que los rodea, pero igual de importante, están encontrando formas de vivir dignamente de ese cuidado.
Uno de los casos es el de la reserva agroecológica “Los monos”, ubicada en el municipio de San Francisco, donde una familia resguarda 90 hectáreas de tierra, cuida a por lo menos cuatro variedades de monos, entre ellas el tití.
