Reconocer las virtudes de cada una de las comunas y los corregimientos de Medellín, disminuir la informalidad empresarial, apuntar a programas específicos de educación superior de acuerdo a las necesidades de cada zona y atraer visitantes que no lleguen en búsqueda de drogas o de turismo sexual.
Esos son algunos de los objetivos de la nueva política pública de desarrollo económico aprobada por el Concejo de Medellín, que se ejecutará mediante tres líneas fundamentales: mejor productividad, generación de empleo de calidad y competitividad territorial.
Y aunque ya es una medida vigente, aún no está claro cuándo empieza a aplicarse.
María Fernanda Galeano, secretaria de Desarrollo Económico, explicó que la mitad de las empresas (cerca de 92.000) trabajan sin registros en Cámara de Comercio o Superintendecia de Industria y Comercio y, la meta, es lograr formalizar a 2019 al menos 24.000 de ellas.
“La ciudad necesitaba definir una ruta que permita potenciar de mejor manera su crecimiento. Es una herramienta que permitirá trabajar a largo plazo”, comentó Galeano.
Por su parte el concejal John Jaime Moncada, uno de los promotores del Acuerdo 111 de 2017 que permitió la creación de esta política pública, resaltó que fue vital la participación de diversos sectores de la ciudad en la socialización del proyecto y que este servirá para disminuir la brecha de desigualdad en la población de Medellín.
“Participaron al menos 30 gremios, universidades públicas y privadas, el Área Metropolitana y, adicionalmente, se organizarán foros en 2018 para que la ciudadanía conozca mejor qué fue lo que se aprobó”, señaló Moncada.