“Nos hemos puesto una meta: en los próximos 40 días, vamos a aplicar un millón de vacunas”. Con estas palabras, el alcalde de Medellín Daniel Quintero respaldó el plan de reapertura total que regirá en la ciudad a partir del 8 de junio.
Entre los componentes presentados en el plan, se enfatizó en una tarea puntual: no bajar la guardia en la vacunación. “¿Qué necesitamos? Que el Gobierno no nos falte con las vacunas. Pero tenemos la capacidad (...). Todos los días abrimos un punto nuevo de vacunación; la gente le ha cogido ritmo al tema. Cada vez las aplican más rápido”, afirmó el mandatario.
De cumplirse con su proyección, la ciudad llegaría, en poco más de un mes, a más de 1.800.000 dosis suministradas. Esta cifra implica que Medellín, en ese lapso de tiempo, aplique más vacunas de las que ha puesto desde que comenzó el Plan Nacional de Vacunación contra la covid-19, en febrero.
EL COLOMBIANO consultó a los despachos que lideran el tema en la ciudad. Estos expusieron que se cuenta con todas las capacidades instaladas para lograr la cifra, siempre y cuando la Nación gire, con normalidad, las vacunas.
Algunos expertos, sin embargo, advirtieron que la proyección es más que incierta, pues el tema no solo depende del Gobierno Nacional. Las dinámicas del mercado internacional se sobreponen a cualquier anuncio emitido desde una entidad territorial, explicaron.
¿Cómo va la vacunación?
Consultada al respecto, la Secretaría de Gobierno detalló el panorama local de vacunación. “En estos momentos nos encontramos vacunando a la población de la Etapa III definida en el Plan Nacional de Vacunación”, expresó el despacho en comunicación escrita.
Es decir, en la lista se encuentran personas de 41 a 49 años, con comorbilidades y agendamiento previo por parte de las IPS. También mayores de 50 años (sin cita) y maestros y agentes educativos con agendamiento previo.
Hasta ayer, según la Secretaría, el plan registraba una vacunación del 100 % de los trabajadores de salud de primera línea; 98 % de la fuerza pública; 91 % de los maestros (quienes fueron priorizados); 85% de los adultos mayores de 80 años; 79 % de los trabajadores del sector salud de segunda y tercera línea; 75 % de los adultos mayores de 60 a 79 años; y 26% de los adultos entre los 50 y 59 años.
Con base en el reporte compartido por la Alcaldía el 3 de junio, la cobertura de vacunación en la población de Etapa I alcanzaba, entonces, el 90 %; en la II, el 77 %; y en la III, el 21 %. En total, precisó dicho informe, se han aplicado 566.748 vacunas de primera dosis y 254.674 de segunda. Estas cifras suman 821.422 vacunas, desde que arrancó la operación del plan.
El ritmo
Con este panorama, Andree Uribe Montoya, secretaria de Salud de Medellín, explicó que, más que el ritmo, es la capacidad instalada la que permite proyectar el número de vacunas anunciado por el alcalde esta semana.
La ciudad cuenta con 91 puntos de vacunación en su red pública y privada. Entre ellos, detalló la Secretaría de Gobierno, se tienen ocho puntos masivos (cuatro de estos, en los centros comerciales Santafé, Florida, Premium Plaza y Unicentro). En cuanto al talento humano, 245 vacunadores es el despliegue que cubre el proceso en la ciudad.
“Hemos hecho un esfuerzo importante en ampliar nuestros puntos de vacunación, en términos de infraestructura y de talento humano, que nos permite administrar hasta 30.000 dosis diarias, o un poco más”, precisó Uribe Montoya.
El despacho de Gobierno, por su parte, explicó cómo se ha llegado a esa cifra diaria. “Cuando comenzamos la planeación de la vacunación masiva en Medellín, hicimos una proyección para aplicar 10.000 biológicos por día, sumando los esfuerzos entre la red pública y privada”, indicó la dependencia.
Y continuó: “Con el primer lote que recibimos del Gobierno Nacional (farmacéutica Pfizer), nos tomamos cinco días para aplicar 4.506 biológicos en cinco IPS seleccionadas”. El número, en promedio, representó entonces 900 dosis diarias.
Esa capacidad ha crecido, según la Secretaría. Esta también compartió el mínimo diario actual en aplicación de vacunas. Habló, en su caso, de 25.000. “Esto implica que lotes que recibimos de 50.000 dosis, logremos aplicarlos en dos días, cuando antes nos tomaba un poco más de una semana”, se precisó en respuesta escrita a este diario compartida por Gobierno.
Leopoldo Giraldo, gezrente para la atención de la covid-19 en Antioquia, sostuvo que el plan anunciado puede coincidir con las cuentas de la ciudad. Este aclaró que, según las proyecciones, al país van a llegar en junio más de siete millones de dosis. “Eso va a permitir que a Antioquia lleguen cerca de un millón de vacunas”, expresó.
En cuanto a las capacidades instaladas de Medellín, dijo que el caso también puede evaluarse a nivel departamental. “Antioquia, por ejemplo, tendría todas las capacidades para aplicar un millón de vacunas en 20 días. Medellín, incluso, sería capaz de aplicar más biológicos de los anunciados”, afirmó.
Sin embargo, Giraldo advirtió la dificultad ya señalada: la disponibilidad. “Ese es el reto. Hay días que tenemos al personal quieto, porque no hay vacunas”, sentenció.
Abastecimiento incierto
Aunque los anteriores funcionarios aclararon que la aplicación de tal cantidad de vacunas depende de la disponibilidad, expertas en autonomía farmacéutica y epidemiología explicaron que, para hacer este tipo de proyecciones también se deben tener en cuenta dos variables en la ecuación: el mercado internacional y la comunicación, como herramienta para no ensanchar la incertidumbre.
Claudia Vaca, directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional, expuso que, pese a que la Nación ha acelerado sus negociaciones en vacunación, las entidades territoriales no alcanzan ningún tipo de autonomía en el proceso.
“Todo depende del abastecimiento y la entrega por parte del Gobierno Nacional, porque es el único que está haciendo negociaciones internacionales”, aseguró.
Tampoco basta con el inventario de vacunas próximas a llegar que maneja la Nación. Según la epidemióloga Silvana Zapata, “aunque el Gobierno Nacional comparte información sobre el número de vacunas que van a llegar, ningún mes se ha cumplido esa información. Se han retrasado una semana o dos”.
Los retrasos, dijo, no dependen de alcaldes ni de gobernadores, sino de los proveedores que distribuyen las vacunas o los mecanismos en los que está el país.
Hay Estados que han hecho pagos anticipados que les permiten priorizar entregas en cualquier momento, complementó Vaca. Es decir que, incluso, el Gobierno Nacional no tiene la certeza de que sus acuerdos de compra se vayan a cumplir.
“Las entregas, de Pfizer y de Sinovac han sido tardías para los acuerdos preliminares que tenía Colombia. El país, aun habiendo comprado por anticipado, no tiene la garantía de que se le cumplan los plazos acordados en el plan de vacunación”, detalló.
El panorama, entonces, además de la distribución interna, depende de la dinámica internacional. Allí, según Vaca, deben contarse a los países ricos y a las farmacéuticas.
“Esto implica que cualquier anuncio que hagan los gobiernos locales e, incluso, el Nacional, llegan con un alto grado de incertidumbre”, reflexionó.
Zapata se mostró preocupada frente a los efectos discursivos de anuncios como el que emitió la Alcaldía esta semana. “Esas comunicaciones pueden disminuir la confianza de las personas. ¿Por qué? Tenemos que aprender a comunicar bajo la incertidumbre”, recomendó.
¿Qué anuncio debería emitirse, entonces? “Vamos a ir aplicando conforme a las acciones del Gobierno Nacional y las entregas del Departamento. Decir que podrán aplicarse entre 300.000 vacunas o un millón, es distinto a decir, tácitamente, una cifra”, respondió.
El anterior, según la experta, es el rango de vacunas que podría aplicar la ciudad en los próximos 40 días, si se tienen en cuenta las contingencias que presente el ingreso de vacunas al país o al departamento.
“El compromiso de las alcaldías y gobernaciones debe ser que todas las vacunas asignadas y entregadas se apliquen en el menor tiempo. Y que trabajen por alcanzar un porcentaje de eficiencia superior al 90 %. Eso sí se puede prometer. Es la certeza que, como entidad territorial, tengo”, concluyó Zapata
25.000
son las dosis diarias que deberán aplicarse para llegar al millón en 40 días.