A escasas dos semanas de vencerse la medida de vigilancia especial que impuso la Superintendencia de Salud sobre Savia Salud, el nerviosismo pareciera empezar a esparcirse entre los hospitales antioqueños.
La IPS Universitaria, una de las más grandes y de mayor complejidad del departamento, ya se anticipa al peor escenario e hizo ayer un llamado al Gobierno Nacional suplicándole no liquidar la EPS.
Mientras el hospital advirtió que una decisión de ese tipo podría empujarlos a la bancarrota, la EPS hizo un llamado a la calma y aseguró que todavía no hay ninguna decisión tomada.
Las señales de preocupación
La angustia de la IPS quedó consignada en una carta firmada por su directora Marta Cecilia Ramírez, en la que le planteó al superintendente de Salud Ulahy Beltrán López, estar en alto riesgo de quedar en insolvencia si Savia es liquidada por esa entidad.
“A los antioqueños nos dieron cuatro meses y medio para hacer acciones de salvamento y no hicimos nada. Queremos hacer un llamado a la Superintendencia a que no liquide sino que intervenga para administrar”, dijo la directora Ramírez, asegurando que una liquidación no solo pondría en riesgo la supervivencia de su institución, sino la atención de salud de los cerca de 3,5 millones de pacientes a su cargo.
Y es que de acuerdo con las cuentas de la IPS, una eventual liquidación podría representar un duro golpe, sobre todo teniendo en cuenta que la cartera de otras entidades en liquidación (como Coomeva, Medimás, entre otras), ya llegó a los $90.226 millones con corte a noviembre de 2022, traduciéndose en un déficit de caja de $50.862 millones al cierre de ese mismo año.
Para ese mismo periodo, añadió Ramírez, dentro de una cartera de $149.660 millones de las EPS activas, la deuda de Savia era de $41.420 millones, cuyo cobro se quedaría en suspenso si la Nación decide darle la estocada final.
“Mi súplica a la Superintendencia y al Ministerio es que mire la medida más adecuada, porque esta clínica entraría en insolvencia y habría que cerrarla. Nosotros resolvemos el 20% de las necesidades de alto nivel de Antioquia”, dijo la directora, agregando que las dificultades que ya arrastra la IPS han ocasionado retrasos en el pago a sus proveedores.
Savia pide cautela
Al ser interrogada por una eventual liquidación, la gerente de Savia Salud, Lina Bustamante, admitió que las cuentas de la EPS no son buenas, precisando que en el último balance financiero el patrimonio de la organización arrojó un monto negativo de $587.000 millones
Así mismo, la funcionaria detalló que, de acuerdo con la información más actualizada, la entidad tenía una cartera de $445.000 millones.
“La facultad y la discrecionalidad de determinar qué va a pasar con la EPS la tiene la superintendencia y esta nunca anticipa ninguna medida a ningún actor y mucho menos va a filtrar una información tan delicada como esta. No se de dónde la gerente de la IPS hace esta afirmación o esta solicitud”, reprochó Bustamante.
Aunque la gerente admitió que dentro de las posibilidades que hay en el horizonte podría estar una liquidación o una intervención, contrargumentó que la EPS ha sido rigurosa en el cumplimiento de un plan de acción acordado con la Supersalud para sanear la situación de la entidad.
“Nosotros seguimos trabajando sobre el plan de choque que tiene la EPS con la Superintendencia. Venimos cumpliendo en un porcentaje alto esos requerimientos. En el tema de salud es en el que mejor desempeño tenemos, incluso ya estamos cumpliendo 12 de los 19 indicadores de ese plan y los que nos faltan estamos en un cumplimiento aproximado del 67%”, añadió.
Capitalización en suspenso
En medio de ese panorama, una de las tablas de salvación presentadas por Savia desde 2020 fue el lanzamiento de un plan de capitalización con el que se buscaba inyectar recursos frescos a la entidad vendiendo acciones a los principales hospitales del departamento.
Al ser consultada sobre ese punto, Bustamante admitió que el plan aún no ha logrado tener la aprobación de la Supersalud y que los tiempos no alcanzan para dejarlo sobre ruedas antes de que se venza la vigilancia especial este 27 de enero.
No obstante, la gerente propuso que, en caso de que la medida vuelva a prorrogarse por un margen de tiempo más generoso, de al menos un año, habría posibilidad de sacarlo nuevamente a flote.
Más allá de esos escenarios, lo cierto es que tanto la EPS como la red de salud regional está en vilo con miras a la decisión que adopte la Nación el próximo 27 de enero, de la que dependerá no solo la suerte de una millonaria cartera para los hospitales y la supervivencia de la EPS, sino la atención de cerca de 1,6 millones de afiliados de todos los rincones de Antioquia. El reloj está corriendo.