Hoy los ojos de Liliana Foronda, una de las empresarias damnificadas por el incendio que afectó 17 viviendas del barrio San Francisco, en Itagüí, le brillaron los ojos, pero no de la tristeza que venía padeciendo luego de haber visto como lo poco que tenía quedaba reducido a cenizas, sino por la alegría de saber que —aun sin conocerla— hay mucha gente que se preocupa por ella.
A través de las donaciones que varias personas hicieron llegar a la Fundación Un Viejo Favor, Liliana por fin pudo tener un día feliz.
La jornada empezó con una visita acompañada de su mamá doña María, una adulta mayor de 79 años, al oftalmólogo. Allí pudieron recuperar las gafas y las fórmulas que las llamas redujeron a cenizas, gracias a las donaciones conseguidas a través de la Fundación.
De ahí, se dirigió junto a Santiago Jaramillo, fundador de Un Viejo Favor, hasta la empresa Maquitecxa, un distribuidor de las máquinas de coser de la marca Jack que se vinculó con el proceso de acompañamiento a Liliana.
“Allí compramos la máquina de dos agujas y la fileteadora, totalmente nuevas. Maquitecxa se vinculó dando un importante descuento a las máquinas y además le regalaron unas herramientas para las máquinas a Liliana”, comentó Jaramillo.
De otro lado, se supo que el humorista Peter Albeiro le donó a Liliana $2 millones para que esta pueda abonarlos a la deuda de $4 millones que tenía del rancho que se quemó el pasado fin de semana.
Pero Liliana no fue la única que recibió buenas noticias este miércoles, su prima Luz Dary, una panadera que también quedó afectada por las llamas, pues perdió todo sus elementos de producción, también recibió otra bendición.
A través de Un Viejo Favor, la empresa itagüiseña Ingeomega le dio una dotación de los elementos perdidos en el incendio, por lo que pronto podrá volver a poner en marcha su panadería y así tal vez re-contratar a otros vecinos que quedaron sin nada.
Imposible no sentir que se alegra el corazón con tan buenas noticias y con el hecho de saber que aún queda gente generosa en el mundo. Aun así, hay que recordar que en San Francisco todavía se necesita de las manos generosas, pues cosas tan esenciales como vajillas, juguetes para los niños, y un techo digno todavía hacen falta. Así que si puede póngase en contacto con la Fundación o con la Junta de Acción Comunal del barrio San Francisco, donde se están recibiendo las ayudas que tanto necesita la comunidad afectada.