La respuesta es unánime: las directivas de las instituciones educativas desconocen que dentro de las mismas existan u operen redes de prostitución, aunque admiten que el fenómeno de proxenetas asediando a los estudiantes puede darse.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel José Gerardo Acevedo, encendió las alarmas al decir que en los alrededores de Eafit, el Inem José Félix de Restrepo y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid funcionaría una red de prostitución y de venta de estupefacientes.
Esta semana, estudiantes de la UPB denunciaron que fueron abordadas por sujetos que dentro del claustro de Laureles les entregaron un volante (ver foto) que las invitaba a incrementar sus ingresos si ayudaban a un supuesto gringo a conseguir “muchachas bonitas”, dispuestas a entablar relaciones.
La UPB, en un comunicado, señaló que en caso de detectar personas distribuyendo publicidad en el campus, el procedimiento es identificarlas para verificar si tienen o no autorización de hacerlo.
En caso de no contar con la autorización, la persona “es retirada de la universidad, y si el material es inapropiado y tiende a vulnerar la integridad de la comunidad universitaria, se le bloquea el acceso y se informa el caso a la Fiscalía”.
Añadió que tienen la Línea Segura UPB, para informar anomalías que se presenten en la institución, tanto de seguridad, emergencia o alerta frente a cualquier situación: “La línea hace parte de una campaña llamada Atentos todos, Seguros todos, no solo para acciones reactivas inmediatas, sino para prevenir y conservar la integridad de la comunidad universitaria”.
Precisó que el campus de Laureles cuenta con más de 220 cámaras que controlan las 20 mil personas (estudiantes, empleados, egresados, proveedores y personal externo) que ingresan cada día al claustro. No se refirió a estudiantes implicadas en estas prácticas.
Corredor de Las Vegas
Sobre la presencia de redes de prostitución en la avenida Las Vegas, en los alrededores de Eafit, el Politécnico y el Inem, el comandante Acevedo advierte que se investiga a fondo el problema: “no tenemos ninguna solicitud de parte de las directivas académicas, pero vamos a evaluar y si se evidencia algún tipo de delito vamos a investigar de manera interinstitucional”. Aclaro que frente a fenómenos de explotación sexual se actúa y se va a estar más alertas.
Docentes
El rector del Politécnico, John Fernando Escobar, respondió que del tema solo conoce la alerta de la Policía, pero no casos concretos.
“Acá no tenemos menores, algunas estudiantes entran de 17 años y a los seis meses cumplen los 18, en las decisiones que tomen sobre el libre desarrollo de su personalidad no podemos actuar, a menos que se desarrolle la actividad dentro de la institución”, comentó. Recalcó que frente el tráfico sexual, la incitación a la prostitución y el proxenetismo debe actuar es la justicia.
Dijo que la institución tiene programas que promueven estilos de vida saludables y hace acompañamiento a alumnos invitando a la dignidad y el buen uso del tiempo dedicado a la educación.
Fernando Carvajal rector del Inem, cuyo caso es especial ya que los alumnos son menores de edad, niega conocer casos: “Extraña que el comandante de la Policía salga a decirlo sin consultar con nosotros si sabemos o no”, comentó. Admite que el corredor es atractivo a proxenetas.
Señaló que se trabajan programas de educación sexual, prevención del embarazo adolescente y se tienen psicoorientadores en cada grado. Con la Policía se trabaja el programa Dare para prevenir el consumo de drogas, y en los casos que amerita un proceso, se sigue el conducto regular con los padres y Bienestar Familiar, que si detecta delitos remite el caso a la Fiscalía.
Hugo Castaño Zapata, secretario general de Eafit, respondió que “la universidad no cuenta con evidencias para afirmar que en el interior del campus existan prácticas constitutivas ni de tráfico de estupefacientes ni sexual”.
Agregó que con cámaras se monitorea la seguridad y si fuera del campus se detectan situaciones anómalas, se reportan a las autoridades.
El alcalde, Federico Gutiérrez, reconoció la existencia de esta situación y la orden fue tajante: no se trata de reducir las cifras del fenómeno sino de erradicarlo. “Ordenamos la investigación, tratar de seducir a jóvenes para ingresar a redes de prostitución va ligado a trata de personas”.
José Duarte, sociólogo de la Universidad Nacional, aclara que ingresar a redes de prostitución, en muchos casos, no es tema de supervivencia sino de estatus: “Fenómenos como las y los prepago están ligados a estilos de vida, en las universidades los estándares de vida suben, los muchachos tienen que cuidar su imagen y una forma es ganar recursos como damas u hombres de compañía ofreciendo servicios sexuales”, advirtió..