Tomate, pimentón, pepino cohombro, zanahoria y remolacha son algunas de las hortalizas que se sembrarán en la ciudadela agrotecnólogica de Oriente, ubicada en el sector San José, en la vía a El Peñol.
Esta obra, cuyos trabajos ya terminaron y está a la espera de ser entregada a la comunidad, tiene una infraestructura de 10.000 metros cuadrados. Sus instalaciones cuentan con condiciones climáticamente controladas para la siembra y cosecha, sistemas de riego automatizado y una planta de transformación para lograr productos con más valor en el mercado.
¿Cómo funciona?
La ciudadela está conformada por un plantuladero, zona en la que se producen las semillas; un complejo de tres invernaderos de alta tecnología, donde se realiza la siembra en condiciones climáticas controladas, que las organizaciones campesinas que van a trabajar allí regularán desde sus celulares; un sistema meteorológico que indica las condiciones de ambiente requeridas, el cual activará automáticamente el riego cada vez que se necesite un determinado nivel de humedad; y una planta de generación de valor agregado, en la que se hará la transformación de la materia prima para convertir, por ejemplo, el tomate en pasta o salsa.
El secretario de Agricultura de Antioquia, Rodolfo Correa Vargas, afirmó a este diario que la ciudadela contó con una inversión de 3.900 millones de pesos.
“El primer propósito de esto es la agricultura sostenible. Aquí vamos a multiplicar lo que producen los campesinos a cielo abierto. Por ejemplo, en materia de tomates digamos que se producen 4 kilos por metro cuadrado, nosotros vamos a producir 45 kilos por metro cuadrado; es decir, estamos multiplicando casi por 10 la producción tradicional del tomate en el Oriente antioqueño”, expresó.
En este proyecto agrotecnológico también participan la Universidad de Antioquia, que está a cargo del soporte técnico y científico, y la Fundación Salvaterra, que está al frente de la gestión social y comercial de la ciudadela y son los que determinan los procesos logísticos para contratar tanto a las empresas que comprarán los productos, como a las que lo transportarán. El objetivo es que antes de que se siembren las hortalizas, ya se haya determinado a qué compañía se venderán.
La producción
En la ciudadela se comenzó primero con la siembra de semillas de tomate. Según Jorge Mario Yepes, campesino encargado de la siembra y cuidado de los cultivos, luego de la etapa de plantulación, en la que se incuban las semillas, se pasa a los invernaderos, los cuales tienen 2.500 metros cuadrados y están diseñados para cuatro plantas por metro cuadrado; es decir, cuentan con una capacidad aproximada de 10 mil plantas en cada uno.
“Con esta tecnología implementada esperamos un alcance entre 12 a 15 kilos por planta. En un invernadero normal se produciría entre 7 y 8 kilos por planta”, afirmó Yepes.
Beneficio y sostenimiento
Este proyecto beneficiará, según Correa, a 5.000 campesinos de la región, agrupados en cerca de 80 organizaciones campesinas, y generará unos 40 empleos directos.
Asimismo, Correa afirmó que el modelo de sostenibilidad está estructurado a partir de la organización solidaria mixta que mezcla Estado, universidad, empresa y sociedad civil: “El 70 % de las utilidades se deben reinvertir en el mejoramiento tecnológico de los campesinos de la región y el 30 % es para asumir los costos de la operación. La sostenibilidad está asegurada en la medida en que este proyecto no depende de ningún gobierno futuro”, dijo
$3.900
millones fue la inversión total para la construcción de la Ciudadela Agrotecnológica.