Los habitantes de la carrera 68A con calle 47 en el barrio Florida Las Mercedes de Laureles les ha tocado “convivir con un mal vecino” del que sale basura, malos olores y otros perjuicios, sobre todo desde hace un mes.
Un edificio de 10 pisos que lleva casi cinco años abandonado se volvió en un dolor de cabeza para los residentes de la zona, pues este se convirtió en un “imán” para cerca de 85 habitantes de calle que no solo se roban sus elementos, sino que también lo usan para pernoctar y consumir drogas.
Según uno de los vecinos, desde hace siete años comenzó la construcción del edificio. Sin embargo, en 2017 la obra se detuvo en su fase final. Aunque no se sabe el motivo concreto, se especula que el dueño del inmueble se quedó sin fondos para terminarlo. Desde entonces, a los residentes de Florida Nueva se les volvió común ver habitantes de calle rondando la mole de cemento para ingresar a ella, así sea por huecos en su sótano, para robarse puertas, marcos de ventanas, baldosas o tuberías.
Riesgo latente
Según Marta Rojas Martínez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, la situación llegó a un punto crítico en junio, cuando el sector pasó de 15 habitantes de calle a 85, que en menos de una semana se robaron la cerca de hierro forjado que mantenía cerrado el edificio. Rojas contó que ese mismo mes se volvió común que los residentes (sobre todo los de las 12 propiedades colindantes) fueran despertados en la madrugada por martillazos de quienes intentaban llevarse lo que fuera de la edificación.
A finales de junio la Policía tuvo que sacar 18 habitantes de calle que estaban haciendo daños al interior. “Lo más peligroso que encontramos ese día es que habían comenzado a dañar las columnas para sacarles el hierro, poniendo en riesgo la estructura. Incluso, en dos ocasiones se llevaron las tuberías de cobre del gas, y también dañaron el suministro del sector”, agregó Rojas.
En otro hecho que refleja el deterioro, los habitantes de calle golpearon tanto un muro, que terminaron traspasando y accediendo a una casa vecina. Los residentes de Florida Las Mercedes son en su mayoría adultos mayores a los que, por culpa de lo que sucede con el edificio, el sector ya les resulta peligroso, pues hasta sienten temor de hacer desplazamientos cortos. “Yo al Jumbo que me queda al lado no voy a pie. Me toca ir en carro y aún así me da susto”, indicó un vecino.
La comunidad considera que lo ideal es poner un CAI móvil al frente del edificio, pero alegan que aún no reciben respuesta a su solicitud. Mientras esto sucede, en las casas vecinas al edificio es común encontrar alambrados de púas que buscan impedir que los habitantes de calle lleguen a sus predios, como ya sucedió en otras ocasiones.