Quien diga que la sociedad antioqueña es un completo matriarcado seguramente no tuvo en frente la cumbre que a mediados de enero celebró el gobernador Aníbal Gaviria Correa con los 125 alcaldes de Antioquia. Apenas 12 mujeres hicieron presencia, en representación de igual número de municipios, lo que significó una participación de apenas 9,6 %.
Pero su mérito no es poco. En toda la historia los dos cargos más importantes de Antioquia —la Gobernación y la Alcaldía de Medellín— solo han estado una vez en manos de mujeres. En la administración departamental la pionera fue Helena Herrán de Montoya, quien llegó tras el asesinato de Antonio Roldán y permaneció entre 1989 y 1990. En Medellín la abanderada fue Sofía Medina de López Villa, alcaldesa designada entre 1976 y 1977.
Panorama preocupante
En las anteriores elecciones la participación femenina en los cargos de elección popular bajó: de 16 alcaldesas (12,8 % del total) Antioquia pasó a tener 12 (9,8 %), y solo en un caso se repitió el gobierno femenino: San Carlos, en el Oriente.
Pero muchas otras marcaron un hito en sus terruños. San Andrés de Cuerquia, Mutatá, San Pedro de Urabá, Valdivia y La Pintada por primera vez en su historia tienen alcaldesas.
Entre ellas hay sobrevivientes de la violencia, profesionales formadas a pulso y expertas en gestión que hoy representan la esperanza de desarrollo para sus pueblos. Por eso fueron sus voces las que más se escucharon en la cumbre de mandatarios. “Somos la esperanza de una nueva generación”, dijo una y todas se comprometieron a desarrollar acciones para que en el próximo gobierno sean muchas más.
Claudia Márquez Cadavid, Primera Dama de Antioquia, reconoció que la participación de mujeres en cargos de elección popular es muy poca: 12 alcaldesas y cuatro senadoras. “Esa cifra es muy baja. Propongo que nos unamos para que en las próximas elecciones seamos más”, dijo la esposa del gobernador.
El Dane, por ahora, da una luz de esperanza. En su encuesta de Cultura Política de 2019 encontró que el 93,7 % de la población dijo que votaría por una mujer. Apenas 4,2 % expresó que no confían en ellas para cargos de poder.
Aquí están los perfiles de las alcaldesas y sus retos:
Sor María Ocampo Giraldo
Alejandría
Auxiliar de enfermería y abogada. Así de extraña ha sido la vida de esta mujer que empezó a trabajar como promotora de salud y, sin saber muy bien por qué, terminó apoyando procesos políticos de senadores, representantes y diputados.
“Hace unos seis años me empezaron a preguntar en las calles que por qué no representaba el pueblo y un día dije: ¿por qué no?”, recuerda. En la campaña compitió con una mujer y tres hombres, y al llegar nombró a otras mujeres en los cargos decisivos: Salud, Planeación, Gobierno y Hacienda. “En donde aún no tenemos representación femenina es en el Concejo, donde solo hay hombres en las siete curules”, agregó.
Su prioridad en los primeros meses de gobierno es que se culmine la pavimentación de la carretera que comunica al municipio con Concepción, pues aunque Alejandría está a menos de 90 kilómetros de Medellín, sus vías de acceso siguen siendo destapadas. “El turismo y construcción de tejido social serán las siguientes prioridades”, indicó.
Diana Stella Garrido Henao
Arboletes
El segundo periodo de gobierno de esta contadora pública, especialista en Gerencia Financiera y Administrativa, empezó con un desafío grande: una sequía sin precedentes que obligó a implementar planes de contingencia y a pedir ayuda del gobierno departamental.
Pero ese no será su único reto. Dice que las necesidades en educación, salud e infraestructura ya están diagnosticadas y ocupan su agenda casi el 100 % del tiempo. Y quiere convertir a Arboletes en un destino turístico de primer nivel.
Antes de llegar a la alcaldía por primera vez (2012 - 2015), Diana fue revisora de cuentas de la Contraloría Municipal, Subgerente Administrativa del Hospital y Secretaria de Desarrollo Social. También fue gerente de las cooperativas Atún y Coolear.
El machismo, dice, no la asusta. Le ganó la contienda a dos hombres y cuenta, como uno de sus principales logros, que en su anterior periodo como alcaldesa fue reconocida durante tres años consecutivos como la “más pila” por la oficina de la Primera Dama de la Nación.
Sorany Andrea Marín Marín
El Peñol
La segunda alcaldesa en la historia de El Peñol y la primera elegida por voto popular es una ingeniera ambiental que durante 15 años ocupó la dirección de Medio Ambiente en el municipio. Su hoja de vida incluye también un paso por la Alcaldía de Granada y la oficina ambiental de Terminales de Transporte, en Medellín.
“En ese recorrido tuve un contacto grande con las comunidades y ellos me motivaron a representarlos”, dice y reconoce que esa experiencia previa le facilitó el ejercicio de campaña, en la que se enfrentó a cinco hombres y una mujer.
Sus apuestas van encaminadas a recuperar algunas vías, buscar una nueva plaza de mercado y consolidar la oferta turística del municipio.
“Llegar a la alcaldía fue un paso importante contra el machismo que existe en todos los lugares. Lo veo como una buena forma de empoderar a las mujeres del municipio y sé que vamos a dejar huella”, explica. Agrega que su compromiso es hacer una gestión transparente, para dejar las puertas abiertas a otras jóvenes.
Leidy Johana Cardona Rueda
Hispania
Una estudiante de sexto semestre de Derecho, con experiencia como gestora social fue elegida como alcaldesa de Hispania: “Decidí lanzarme cuando vi la necesidad de que las mujeres empezáramos a apropiarnos y empoderarnos de cargos populares, para ayudar a las comunidades y trabajar por la construcción de un tejido social”.
Asegura que lo más difícil de hacer campaña fue sentir las diferencias que había cuando alguien, como ella, no provenía de una familia con tradición política o poder económico. Aún así, venció a dos mujeres y cuatro hombres, con un proyecto de gobierno que promete superar los problemas de salud, en particular el crítico estado del hospital.
“Encontré un déficit financiero en la alcaldía, pero no me puedo quedar ahí. De mí y mis compañeras de gabinete depende que otras mujeres puedan tener cabida en las decisiones de futuro del pueblo. Vamos a demostrar que no somos el sexo débil que algunos creen, y que sí somos fuerza, capacidad y voluntad”, apuntó.
Mary Luz Corrales Chalarca
La Pintada
La primera mujer que llega a la Alcaldía de La Pintada también cumple sueños que alguna vez fueron ajenos. “La violencia me quitó a mi hermano y en memoria de él decidí dejar la vida familiar y emprender este camino de servicio”, dice.
Es estudiante de Administración Pública y funcionaria durante más de nueve años. En las elecciones de octubre se enfrentó a un hombre y tres mujeres, y logró una holgada victoria. El premio, como ella ya lo había calculado, fue más trabajo.
Cuenta que encontró un Municipio con un déficit de más de $7.000 millones, con desfalcos en las cuentas de regalías, con pagos sin soportes y sin un presupuesto para funcionar.
Pero a ella le gustan los retos y por eso se fijó la meta de sanear las finanzas y crear una escuela de líderes y lideresas para que la participación femenina crezca y otra mujer pueda reemplazarla, con mejores condiciones, en cuatro años.
“Es el momento de que los jóvenes y mujeres salgamos y cambiemos la historia, estamos cansadas de la politiquería”, dice y sonríe.
Adriana María Maya Gallego
Liborina
Esta administradora de empresas y especialista en Gestión Pública repite alcaldía. Ya ocupó el máximo cargo de Liborina entre 2012 y 2015 y además trabajó como contralora Auxiliar y coordinadora del Observatorio de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Personería de Medellín.
Durante esta última campaña se enfrentó a una mujer y un hombre. “Siempre fue difícil porque nosotras tenemos que abrirnos espacios y generar confianza en sitios en los que normalmente los hombres ya tienen las puertas abiertas, como la administración pública”, explicó.
Por eso dijo que será una abanderada de los procesos educativos, en especial para las mujeres; y aseguró que en su plan de desarrollo le dará prioridad a la conexión vial de las veredas y al fortalecimiento del tejido social en el municipio.
Para su equipo buscó a otras profesionales y hoy tiene a mujeres en los tres puestos claves de la administración: Planeación, Hacienda y secretaría de Gobierno.
María Esilda Palacios Giraldo
Mutatá
Cuando tenía la vida asegurada como empleada de carrera administrativa en la Gobernación de Antioquia, con más de 27 años de servicio, María Esilda decidió que era más importante el futuro de su pueblo. Redactó su carta de renuncia, empacó su maleta y recorrió cada casa de Mutatá llevando su hoja de vida y pidiendo una oportunidad para hacer “política diferente”.
Se enfrentó a tres hombres, algunos de familias reconocidas y, contra todos los pronósticos, ganó. Y aunque nunca había estado en un cargo de elección popular, no está en terrenos desconocidos: estuvo en la Secretaría de Gobierno departamental y en la Gerencia Indígena de Antioquia.
Cuando se le pregunta por sus prioridades, dice que “Mutatá necesita de todo” y que empezará por salud, educación y vías terciarias. La alcaldesa sabe que hoy es un ejemplo para las niñas del pueblo y por eso en su posesión les dijo que con educación pueden hacer realidad sus sueños, sin importar las limitaciones de la cuna en la que hayan nacido.
Ana Carolina Carvajal Arroyave
San Andrés de Cuerquia
El camino de esta abogada, especialista en Derecho Administrtivo, Derechos Humanos y Litigio Internacional, empezó en las montañas del corregimiento de Santa Rita, en Ituango.
“Pero uno no es de donde nace sino de donde vive y lucha”, dice para explicar que llegó hace más de siete años a ejercer el cargo de personera y terminó por quedarse como una sanandresana más.
Fueron muchas primeras veces: la primera vez que una mujer se postulaba a la alcaldía -finalmente se lanzaron dos y obtuvieron la votaciones más altas- y la primera vez que alguien le decía en la calle que no era “muy normal” que hubiera mujeres queriendo gobernar.
Hoy con su gabinete de seis mujeres y un hombre, Ana Carolina busca resolver los tres problemas más grandes del municipio: déficit fiscal, agua potable y saneamiento básico.
“Vi tantas candidatas que me entristece ver solo a 12 en las alcaldías. Por eso decidí crear una Línea Mujeres que fortalezca procesos políticos y de participación para todas”, sentenció.
Mary Luz Quintero Duque
San Carlos
Más de 20 años de servicio público, casi todos en la Secretaría Agroambiental, permitieron que Mary Luz conociera San Carlos como pocos.
“Estuve en el antes, durante y después del conflicto, viví de cerca todas las situaciones duras que marcaron el municipio y me convencí del poder de resiliencia que tenemos. Por eso quiero aportar ahora que retornamos y empezamos casi de cero”, dijo.
Ella es la única alcaldesa que tuvo empalme con otra mujer, aunque confesó que eso no fue garantía de nada, pues encontró “mucho desorden y la necesidad de resarcir muchas cosas que no estaban en su curso normal”.
Y es que su antecesora pasó los últimos meses de gobierno respondiendo ante la justicia por presuntos actos de corrupción. Por eso, dijo, creará una escuela de participación política a la que se puedan vincular las mujeres.
Su prioridad, por encima de eso, será la generación de oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes, pues se encontró con un creciente aumento en el consumo de drogas.
Leyda Adriana Ortega
San Pedro de Urabá
Una sampedreña de pura cepa. Así se presenta la primera alcaldesa de San Pedro de Urabá, quien ya fue secretaria de Hacienda municipal y durante nueve años se desempeñó como gerente del Banco Agrario.
En su segunda aspiración a la alcaldía, esta contadora pública y especialista en Revisoría Fiscal se enfrentó a dos hombres y, tras ganar, armó un equipo de gobierno con participación equitativa, aunque dejó los cargos claves (Educación, Salud y Hacienda) en manos de otras mujeres “porque si podemos administrar un hogar, ¡imagínese lo que podemos lograr con lo público!”.
Leyda sostiene que durante la campaña no se sintió menospreciada por su calidad de mujer y aseguró que la presencia de apenas 12 mujeres en una cumbre de 125 alcaldes “es pequeña, pero seguro irá creciendo”.
Cuenta que al llegar a la alcaldía encontró un déficit de $350 millones para gastos de funcionamiento y varias obras que presentan avances en el desembolso de recursos y pobre ejecución en el terreno. “Mi primera tarea será evitar que siniestren”, señaló.
Astrid Elena Chavarría Correa
Toledo
“El candidato era mi esposo y a él lo asesinaron”. Astrid respira para ahogar las lágrimas y cuenta su historia: durante 10 años trabajó en el Banco Agrario y fue la fuente de ingresos más estable de su hogar.
En el último año se preparó para convertirse en Primera Dama, pues su esposo Orley García, “el Profe”, se perfilaba como el más firme candidato para ganar la alcaldía. Pero el 7 de septiembre de 2019 un sicario disparó una escopeta y borró de un tajo la vida que ella conocía.
En medio del llanto y apenas 10 días después del crimen, Astrid decidió que el sacrificio no podía ser en vano y se propuso hacer realidad los sueños que su esposo le contaba cada noche. En una contienda contra cuatro hombres, y con apenas un mes para hacer campaña, logró alzar su voz y ganó las elecciones.
“El dolor nos hace fuertes”, dice y reitera que su compromiso es con su gente. Hoy ocupa su mente en buscar formas para sacar al Municipio de la Ley 550 (de quiebra), aunque eso le signifique andar con escoltas, pues con el poder llegaron las amenazas.
Olga Cecilia Arroyave Molina
Valdivia
La nueva alcaldesa de Valdivia sintió en carne propia la tragedia social que llegó tras la evacuación del corregimiento de Puerto Valdivia, en medio de la contingencia por Hidroituango. Fue en “el Puerto” donde Olga pasó sus primeros años y se educó, y por eso para nadie es extraño que sus primeras acciones de gobierno busquen recuperar algo de esa normalidad que vivió.
“Aunque el municipio carece prácticamente de todo, está financieramente estable. Lo primero que pedimos fue que iniciara la construcción del puesto de salud del Puerto, con EPM. Después vamos a buscar alternativas de empleo y mejor calidad de vida, para hacer más tranquilo el retorno”, contó.
Olga enfrentó durante la campaña a tres hombres y aseguró que durante el ejercicio político sí sintió algo de machismo, materializado en cuestionamientos a las capacidades gerenciales de una mujer.
“Por eso invito a las niñas a que se preparen, porque hoy, cuando tenemos convicción de servicio, podemos acceder a escenarios públicos”, dijo.