Cuatro viviendas de material y un criadero de cerdos colapasaron tras un deslizamiento ocurrido por las fuertes lluvias del domingo en el sector El Faro del barrio Llanaditas, nororiente de Medellín.
A la emergencia ocurrida a la 1:00 de la madrugada en la Carrera 16DD con la calle 63 llegaron los organismos de socorro así como los técnicos del Dagrd. Tras la evaluación del terreno y de las medidas de seguridad tomadas por las autoridades, se ordenó la evacuación definitiva de cinco viviendas vecinas a la emergencia y la evacuación temporal de tres casas más, según indicó Walter Pérez Betancur, subdirector de Conocimiento y Reducción del Riesgo de Desastres del Dagrd.
El deslizamiento dejó sin techo a 11 adultos y cuatro niños, entre ellos un bebé y un adulto mayor que conformaban cuatro familias migrantes, las cuales tuvieron que abandonar –con lo poco que llevaban puesto– las estructuras colapsadas momentos antes de que estas cayeran. Según informaron las autoridades, la mayoría de los damnificados se autoalbergó con familiares y vecinos y solo una familia requirió albergue temporal.
De otro lado, si bien el incidente no dejó pérdidas en vidas humanas y solo registró daños y afectaciones materiales; infortunadamente de los 34 cerdos de cría que había en un inmueble destinado como criadero solo 11 de los animalitos sobrevivieron.
Esta emergencia en El Faro se suma a la ocurrida este fin de semana en la misma comuna 8 Villahermosa, específicamente en el barrio La Mansión. Allí se presentó la creciente súbita de la quebrada El Ahorcado la cual inundó siete viviendas con pérdida total de enseres.
En el sitio fue desplegada la Comisión Social de la Alcaldía de Medellín para atender a las familias, y el Equipo Técnico del Dagrd para realizar la inspección del afluente.
Sin embargo, este lunes festivo volvió la preocupación al sector pues, al parecer, la fuerza del agua arrastró una roca de grandes dimensiones la cual quedó atrapada en un puente de La Mansión, por lo que los vecinos temen que se genere un represamiento que haga elevar las aguas del cauce.
Por este motivo, las autoridades debieron volver al sitio y desde el Siata se coordinó un monitoreo constante a las aguas de El Ahorcado.
