La ciudad sumaba 1.809.755 dosis aplicadas contra la covid-19 con corte al miércoles. De ese global, 947.081 vacunas corresponden a primeras dosis; 681.121 a segundas; 181.573 a dosis únicas; y 862.694 al esquema completo de vacunación. Estos números, sumados a la reactivación de todos los renglones económicos, integran la fotografía actual de la ciudad, tras 50 días de la reapertura total.
Dos anuncios han sido claves en este tiempo. El más reciente tuvo lugar este miércoles, cuando el alcalde, Daniel Quintero, informó las restricciones en Feria de Flores para mayores de 40 años no vacunados. El otro se hizo el 1 de junio, cuando la administración proyectó la aplicación de un millón de vacunas en 40 días, como espaldarazo a la reactivación.
El primero ha generado opiniones divididas; el segundo no se cumplió, esto, según expertos, en medio de un panorama poco tranquilizador. Aunque la ocupación de camas UCI ha bajado (93,9 %, a corte del miércoles, respecto al 97 % del 2 de julio), el autocuidado en la reapertura y las variantes de la covid-19 completan la conversación. Analizamos los dos anuncios.
¿Vacunación obligatoria?
Quintero indicó que esa decisión se sustenta en el plan de vacunación, que ya se activó para esta población: “Una persona mayor de 40 años que no esté vacunada no tiene excusa y nos pone en riesgo a todos”, expresó, “por esta razón tomamos la decisión de que en Feria de Flores no ingresen a los eventos”.
Al respecto, Juan Manuel Charry, abogado constitucionalista, sostuvo que aunque el Estado puede adoptar medidas obligatorias, no es preciso apelar a la discriminación para proteger la salud pública: “Un alcalde no tiene competencias para limitar derechos fundamentales. Estos se reglamentan mediante leyes estatutarias. No está en manos de las autoridades administrativas y de Policía”.
En esta línea, Yéssica Giraldo Castrillón, epidemióloga y profesora de la universidad CES, agregó que la medida puede ser problemática, pues, en su opinión, generará mayor resistencia a la vacunación, además de instalarse el discurso de que esta es la solución definitiva.
“La decisión es peligrosa, porque va a generar más inequidad y discriminación. Además, se vende la idea de que esta confiere 100 % de inmunidad, y por eso puede compartirse en eventos con altas cantidades de personas”.
Nathalia Suárez, epidemióloga y rehabilitadora de pacientes covid, discrepó de estas posiciones. Evaluó la medida como funcional, porque se hace con la población que ya debería estar vacunada: “Eso puede controlar el aforo y permitir que el evento tenga mayor bioseguridad. Incluso, podría ser extendida a supermercados y centros comerciales con alto flujo de personas”.
El alcalde acotó que, aunque cada quien es libre de vacunarse, la medida luego operará para otras edades. EL COLOMBIANO consultó a la administración sobre cómo reglamentará ese anuncio. Pese a ello, esta solo precisó que quienes estén dentro del rango de edad deberán presentar su carné de vacunación: “Algo similar a los protocolos del Festival Internacional de Tango”.