x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Así fue como La Floresta se convirtió en el hogar de las casas rodantes en Medellín

Los vecinos de las casas aledañas al parque de La Floresta se convirtieron en los mejores anfitriones para los turistas que van recorriendo el país o el continente en casas rodantes.

  • El Parque de La Floresta es el lugar más popular de la ciudad en la aplicación que usan los viajeros en casas rodantes. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
    El Parque de La Floresta es el lugar más popular de la ciudad en la aplicación que usan los viajeros en casas rodantes. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
25 de agosto de 2023
bookmark

En Medellín los turistas son de lo más variado: están los que vienen en plan familiar y cultural a montar en Metro, tomarse fotos en la Plaza de Botero y subir al Pueblito Paisa. Están los que vienen a comer paleta a la Comuna 13 o a visitar el museo de Pablo Escobar o a meterse una fiesta de dos días en Guatapé o a perrear como nunca antes (ni después) en Provenza. De esos se habla mucho últimamente.

Pero hay un tipo de turista que pasa desapercibido, casi invisible. Un turista que llega a quedarse parqueado 15 días, o un mes o dos o tres; que tiene como destino final Punta Gallinas, en La Guajira, o la Patagonia, en Argentina. Que vive en un carro transformado en casa como los de las películas gringas y que se la pasa en el Parque de La Floresta.

Lea también: Medellín es el destino favorito para viajar en Colombia este año, según Despegar

Uno puede ir al Parque de La Floresta cualquier día y seguramente se encontrará con al menos dos casas rodantes parqueadas en una bahía diagonal a la iglesia. Esta semana, por ejemplo, están Yohana y Andrés, una pareja de colombianos que hace un mes salió desde su natal Sogamoso, donde tenían un café, para recorrer el continente en un carro tipo Jumper que le compraron a una empresa de energía por unos $50 millones de pesos.

Yohana y Andrés llegaron a Medellín desde Bogotá. La armada del carro, que hicieron ellos mismos, les costó casi $20 millones. El plan es subir hasta La Guajira y desde allá bajar hasta Argentina en trayectos de máximo cuatro horas de recorrido, haciendo pausas para tanquear, llenar el tanque de agua y la pipeta de gas, pero sobre todo para grabar y editar videos de la aventura con la esperanza de que se hagan virales en redes sociales y puedan sacarle algo de plata al viaje. De lo contrario, acudirán al rebusque mochilero de manual: tocar la guitarra, hacer pulseras, o poner una venta de cervezas o tintos.

El carro de Yohana y Andrés se llama La Itineta (de itinerante) y aunque no tiene lujos lo tiene todo: un fogón de un puesto, una cama semidoble, un sanitario, una ducha y un par de cajones para guardar la ropa, las ollas y los condimentos.

Sus vecinos son una pareja de suizos jóvenes que comenzaron la travesía en una van marca Volkswagen azul celeste en Canadá y que llevan 14 meses viviendo en una casa en la que no se pueden poner de pie sin darse un golpe en la cabeza.

A pesar de que ambos carros llevan parqueados ahí casi un mes, no han pagado un día de parqueadero ni un kilovatio de energía o un metro cúbico de agua. En el Parque de La Floresta la casa invita a todo el que llegue de paso, así el paso sea lento.

¿Por qué los campers que pasan por Medellín llegan al Parque de La Floresta?

Los viajeros que recorren el mundo en carro usan una aplicación que se llama Ioverlander. Ahí, de acuerdo con la localización, pueden ver lugares para acampar, parqueaderos, hoteles, hostales, estaciones de gasolina, talleres de autos, restaurantes y bancos cercanos. Además, pueden leer las reseñas que dejan otros viajeros.

El Parque de La Floresta se hizo popular en esa aplicación como el lugar ideal para pasar una larga temporada de parqueo cualquier día de finales del 2017, después de que una pareja de profesores españoles llegara a conquistar la pequeña bahía del parque.

Ahí conocieron a Luis, un vendedor ambulante de arepas que los recibió como si hubieran llegado a su casa: les ofreció agua, energía, les ayudó a recargar la pipeta de gas y les dio consejos para turistear por la ciudad. La primera reseña en la aplicación es del 13 de enero del 2018: “En la zona hay wifi y parqueadero gratis. Es seguro. Hay una biblioteca cercana, también con wifi. En el supermercado hay baños por $500”.

Por esa recomendación, cuatro meses después llegaron a La Floresta una pareja de chilenos que iban hacia Alaska. A ellos también los recibió Luis, que para ese momento ya había montado un local en un garaje en todo el parque: Lucho Arepas. Con el local pudo ofrecerle a los inquilinos el servicio de ducha sin cobrarles un peso, solo a cambio de que le contaran sus historias.

“Es un lugar seguro y tranquilo en el que puedes vender cosas. Los vecinos son amables y te ayudan en todo lo que necesites. Lucho Arepas vende las mejores arepas del mundo y nos dejó usar el baño todos los días. Nos invitó a su apartamento varias veces para bañarnos”, reseñaron los amigos chilenos de Lucho.

Desde esas primeras reseñas, según Lucho, en el Parque de La Floresta ha recibido casi 80 casas rodantes de todos los presupuestos y todas las nacionalidades. Además, otros vecinos se han sumado como grandes anfitriones: uno regala wifi, otra cuida los carros cuando se quedan solos, otro hace de guía turístico. Un hotel al aire libre donde los visitantes pagan contando historias, mostrando el mundo.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD