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La deshidratación es común, especialmente en climas cálidos o después de la actividad física intensa. Sentir sed es una señal clave de que el cuerpo necesita líquidos para reponer las pérdidas. Sin embargo, algunos individuos pueden reaccionar ante la sed exagerada bebiendo grandes cantidades de agua de manera apresurada.
Expertos en medicina advierten que el consumo excesivo de agua, particularmente en un corto período de tiempo, puede llevar a un desequilibrio peligroso en los niveles de electrolitos, en particular el sodio. Esto se conoce como hiponatremia, una condición en la cual la concentración de sodio en la sangre disminuye a niveles anormalmente bajos.
La hiponatremia puede desencadenar una serie de síntomas graves, que van desde náuseas, vómitos y dolor de cabeza hasta confusión, convulsiones e incluso coma en casos extremos. Es una condición médica poco común, pero que requiere atención inmediata.
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Es importante comprender que la hidratación excesiva puede ser igual de perjudicial que la deshidratación. El cuerpo tiene un sistema de regulación sofisticado, y beber en exceso puede alterar el equilibrio electrolítico, lo que a su vez afecta el funcionamiento normal de los órganos y sistemas.
Entonces, ¿cómo se debe abordar la hidratación después de sentirse deshidratado? Los expertos recomiendan beber agua gradualmente en pequeñas cantidades, permitiendo que el cuerpo reponga los líquidos de manera equilibrada. Además, se sugiere optar por bebidas que contengan electrolitos, como bebidas deportivas o soluciones rehidratantes, para ayudar a restaurar el equilibrio electrolítico de manera más efectiva.
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Mujer muere por beber demasiada agua
Ashley Summers, una madre de dos hijos de 35 años residente de Indiana, Estados Unidos, falleció debido a la toxicidad del agua después de beber una cantidad inusualmente alta en un corto período de tiempo. El incidente ocurrió durante el fin de semana del 4 de julio de 2023, mientras Summers disfrutaba de un día en el lago Freeman junto a su esposo y sus dos hijas pequeñas.
Summers, quien comenzó a sentirse severamente deshidratada durante la celebración, buscó alivio al aumentar su ingesta de agua. Su hermano, Devon Miller, reveló que Ashley bebió cuatro botellas de agua en tan solo 20 minutos, lo que equivale alrededor de medio galón.
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Los síntomas iniciales de Summers incluyeron mareos y un dolor de cabeza persistente. A pesar de haber bebido una cantidad considerable de agua, su sed aparentemente no se aplacó. Sin embargo, la decisión de ingerir grandes volúmenes de agua en un lapso de tiempo tan breve demostraría ser fatal. En el último día de su escapada, Summers colapsó y fue llevada al Hospital Arnett de IU Health, donde finalmente perdió la vida.
Los médicos diagnosticaron que Summers había muerto debido a la toxicidad del agua, una rara consecuencia de beber en exceso en un período de tiempo corto. Los expertos advierten que una ingesta excesiva de agua en un período breve puede diluir los niveles de sodio en la sangre, provocando una afección conocida como hiponatremia.
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Sin duda, la hidratación es esencial para mantener la salud, sin embargo, es crucial evitar el consumo excesivo de agua en un intento de combatir la deshidratación. La hiponatremia y otros desequilibrios electrolíticos pueden ser riesgosos y potencialmente mortales. En lugar de beber grandes cantidades de agua de manera apresurada, es recomendable optar por una hidratación gradual y equilibrada, y consultar a un profesional médico si se experimentan síntomas persistentes de deshidratación o hiponatremia.
Según indica la Mayo Clinic, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos han establecido recomendaciones en cuanto a la ingesta diaria adecuada de líquidos. Los hombres deben apuntar a una ingesta diaria de aproximadamente 15,5 tazas, lo que equivale alrededor de 3,7 litros de líquidos. Por otro lado, para las mujeres, la cantidad recomendada es de aproximadamente 11,5 tazas, equivalentes alrededor de 2,7 litros de líquidos al día.
Además, la Mayo Clinic señala otras opciones que contribuyen a mantenerse hidratado. Muchas frutas y verduras contienen un alto porcentaje de agua, como la sandía, la espinaca, los pepinos y los melones, que están compuestos en gran parte por agua. Estos alimentos pueden ayudar significativamente a la hidratación diaria.
*Este artículo fue realizado con apoyo de Inteligencia Artificial