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Vuelve y juega: los influencers siguen utilizando a niños para hacer videos que “conmuevan” a sus seguidores y después se vuelvan virales en redes sociales. Lo anterior lleva a que sean los dueños de los canales quienes terminen ganado dinero, a costo de la manipulación de menores de edad.
El caso más reciente es el de un creador de contenido que se hace llamar “Juan Te Ayuda”. En las últimas horas se volvió viral en redes sociales un video en el que el influecer grabó a un niño que, supuestamente, cazaba sapos en una quebrada para comérselos, porque no tenía nada más para comer y tampoco familia.
Los hechos que se registraron en el video, que fue publicado originalmente el 12 de diciembre de 2022 en la cuenta de Tik-Tok @Juanrvlogs, supuestamente ocurrieron en un municipio de Antioquia, sobre el cual no hay claridad por parte del creador de contenido, pues en el tag que utiliza para que su video tenga más circulación escribió “#Medellín”.
Al final de ese video el hombre, haciéndose pasar por héroe, le entregó un dinero al niño “para que hiciera mercado”, y le dijo que iba a intentar ayudarlo con “unos amigos que trabajan en la Comisaría de Familia”. Después se fue y le aseguró al menor que iba a estarlo visitando de manera esporádica.
Solo en Tik-Tok este video tiene más de 20.000 reproducciones, lo que eventualmente le representaría ingresos al dueño del canal en el que se montó. Al parecer, el sujeto, que está radicado en Pereira, Risaralda, también lo había subido a su cuenta de Instagram, pero lo borró.
En una foto que publicó en Instagram, una usuaria le escribió en los comentarios: “Dónde está la historia del niño de los sapos??”. Lo hizo hace cuatro semanas, es decir que tuvo que ser entre el 15 y 20 de diciembre del 2022.
Sobre “el niño que comía sapos” no se volvió a ver nada en las redes sociales de “Juan Te Ayuda”, hasta el 16 de enero de este año, cuando el creador de contenido publicó un video en el que el menor, mejor vestido y con el cabello corto, está supuestamente con su abuelita, a quien le habrían dado la custodia del menor luego de una intervención “milagrosa” del creador de contenido.
En ese video, de nuevo, apeló a la narrativa de generar lástima. Si bien el niño es protagonista, porque aparece con un cuaderno en la mano, en el que estaba escribiendo los sueños que tenía para su vida, también se cuenta la historia de la abuela, que “vende huevos a granel en la calle para sostener al menor de edad”. También, la señora dijo que la mamá del menor era una habitante de calle y no conocía a su papá, por lo que había vivido toda la vida solo.
Pero algo no cuadra: ¿cómo un niño de menos de 10 años iba a construir una casa, de ladrillos, con nevera, estufa y utensilios como ollas, sin la presencia o ayuda de un adulto? En los últimos minutos de ese video, el niño dijo que su sueño era estudiar y ser futbolista, mientras que el influencer aseguró que iba a recoger recursos, por medio de donaciones, para ayudarlo a cumplirlos.
El 6 de febrero, el creador de contenido subió un clip en el que de nuevo el niño es protagonista. En la toma aparece agradeciendo “a todas las personas que lo han ayudado”. La persona que está grabando aseguró que la campaña de donación de dinero ya iba en 760 euros (unos 3,978,819, al cambio de este viernes), pero que no habían llegado a la meta. ¿Cuál era la meta? ¿Le entregaron el dinero al menor?
Este caso hace recordar el video de “El niño calculadora” que se hizo viral en enero, a quien hasta el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, buscó para ofrecerle una beca y que dejara de vender dulces en las calles de Cartago, Valle del Cauca. Pero al final resultó que el clip fue actuado.
Lo mismo pasó con el influencer Mike Jambs, que en diciembre, después de que terminó el Mundial, supuestamente se tatuó las frases “Messi” y “Dios” en el rostro. Generó tanta expectativa que hasta lo contactaron de medios internacionales, y al final terminó siendo un engaño.
El hecho de que estos casos y el uso de una narrativa que engaña a los usuarios en las redes sociales con el objetivo de obtener reproducciones, “likes” y comentarios solo por obtener dinero deja una pregunta, ¿estos creadores de contenido en realidad tienen límites?
Estudiante de periodismo de la Universidad de Antioquia. Interesado en el periodismo narrativo y los deportes.