“Me llamó mucho la atención el Parque Nacional Sanquianga, costero, de mangle y costas. La verdad, con las playas más bonitas de Colombia”.
“No me esperaba eso”, prosigue. “Tanta playa solitaria, larga, llegar al sur de Nariño y encontrar eso, sitios tan indómitos. Me impresionó mucho”.
Son palabras de Gabriel Eisenband, fotógrafo, quien recorrió todos los Parques Nacionales Naturales de Colombia para retratarlos y mostrárselos a los colombianos.
Esa, sin embargo, no era la intención que tenía al comienzo de la aventura por los más diversos paisajes y ecosistemas de la geografía nacional.
En 2015, relata, quiso tomarse un año para viajar por el país, conocerlo, disfrutarlo.
Al final hizo una exposición en Bogotá con parte de las imágenes que había captado en su largo recorrido por ocho de ellos.
Fue en noviembre de 2016. A la exhibición, con el concurso de Parques Nacionales, asistió el editor Benjamín Villegas, quien le preguntó si le interesaba llevar el trabajo a una publicación. “Obviamente no se necesitaba pensar la respuesta”, comenta hoy.
Es que de Parques Nacionales se ha escrito mucho. Información de cada una de esas casi 60 reservas naturales abunda. Existía, sí un libro documental. Pero son textos, poco de fotografías.
Se estudió el tema y se pasó la propuesta a Parques. La idea, así, era que el paisaje hablara. “Eso es más lindo que hablar de los datos” de cada uno de esos lugares. “Quería conectar emocionalmente a la gente”, dice.
Nació el proyecto que se llama así, como la figura y la entidad que los agrupa y protege: Parques Nacionales Naturales de Colombia, de Villegas Editores, una obra de 287 páginas, casi todas fotografías de cada uno de esos lugares paradisiacos con riquezas sin par, distribuidos de norte a sur y de este a oeste del territorio nacional.
Textos hay algunos, como la introducción a cada ecorregión, palabras escritas por Andrés Hurtado, más en un sentido espiritual que descriptivo.
“Por ecorregiones para que sea un ensayo visual o poético”, afirma Gabriel (La Andina, Amazonia y Orinoquia, Caribe y Pacífico). El recorrido por el país tomó más de un año y fueron dos hasta la edición y publicación del libro.
“Tenemos una tierra, un país muy diverso y bello geográficamente hablando. Creo que está bastante amenazado. Se pone uno a ver la tasa de deforestación y es altísima, por ejemplo el Parque Chiribiquete está gravemente amenazado. Y los ríos están my contaminados”.
Los más accesibles por vías y con asentamientos viven la mayor presión.
“Ojalá el libro”, prosigue, “aporte a que trabajemos dándole más relevancia a la conservación”.