Si cayera en la Tierra haría un daño regional de proporciones, pero pasará a 480.000 kilómetros, un poco más allá de la órbita de la Luna.
Es el asteroide 2015 TB145, de 400 metros de longitud, el asteroide fantasma o calabaza del Halloween pues tendrá su máximo acercamiento este 31.
Y aunque no quedan dudas de que no se acercará más, según Paul Chodas, jefe de la Oficina de Estudio de Objetos Cercanos (NEO) de la Nasa, el que haya sido descubierto el 10 de este mes recuerda que cualquier sorpresa es posible: el evento Chelyabinski está fresco, ese asteroide de 15 metros que golpeó cerca a esa población hace un par de años y causó destrozos en 7.200 edificaciones de 6 ciudades y lesionen en 1.500 personas.
Este, de hecho, es 28 veces más grande. El mayor acercamiento, el roce, se producirá a las 12 del día y no es observable a simple vista. Se desplaza a 126.000 kilómetros/hora.
¿Podrá golpear la Tierra en próxima visita? Luego del paso de hoy no volverá a acercarse tanto hasta dentro de 40 años. Es un asteroide que cada 3 años nos visita pero a mayor distancia.
No hay asteroide conocido en curso al planeta, con el cual en promedio cada 10.000 años choca una roca de 1 kilómetro. La que desencadenó la extinción de los dinosaurios medía 10.000 metros, lo que sucede cada cientos de miles de años.
El próximo asteroide conocido de tamaño grande que rozará la Tierra lo hará en 2027, el 1999 AN10, de unos 800 metros y llegará hasta una distancia lunar, de acuerdo con el Centro de Planetas Menores.
A hoy se han identificado 1.671 asteroides potencialmente peligrosos, esos mayores de 150 metros que pasan al menos hasta 7,4 millones de kilómetros. Asteroides cercanos van más de 12.000.
Pero, ¿qué son los asteroides? Ignacio Ferrín, astrónomo de la Universidad de Antioquia, explica que son “rocas de densidad 2.5 gm/cm3, muy parecidas a las rocas terrestres. Un tipo de roca muy común en ellos son los condritos, que tienen alto contenido de níquel y hierro, y por tanto son magnéticos”.
Los hay cercanos y otros que están en el cinturón principal entre Marte y Júpiter, algunos de los cuales puede sufrir una alteración de la órbita, como el 99942 Apofis, que pasará relativamente cerca de la Tierra en 2019, dice Ferrín.
Pero no todos están convencidos de que 2015 TB145 sea un asteroide. Cabe la posibilidad de un cometa. Uno es Lance Benner, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa. La razón es clara: los cometas tienden a tener órbitas elongadas.
Eso, más la alta velocidad, 35 kilómetros por segundo, lo hacen pensar en esa posibilidad. Y como el acercamiento será seguido por observatorios de radar como la Red del Espacio Profundo en Goldstone, California, sería la primera vez que tomara una imagen de un cometa.
Pero eso está por verse.