La nueva normalidad se acerca a las viejas costumbres, al menos en lo que tiene que ver con la moda. Según los expertos, muchas de las prendas que se impondrán en los próximos meses recordarán el pasado.
En los tonos habrá una explosión de colores vibrantes, que transmiten alegría y energía, por la necesidad de una dosis de optimismo por la pandemia. “El mercado deprimido no compra y justamente la primera historia de moda que abre el 2022, la película Encanto, coincide con esa energía y vibración gigante”, explica Gabriel Alvarado, consultor de moda.
El morada, uno de los colores fuertes este año. FOTO Carlos Velásquez
El fucsia, rosas suaves y verde aloe serán protagonistas. Así como el azul marino oscuro que predominará en el calzado, de acuerdo con la consultora de moda Ángela Useche.En la carta para prendasademás habrá colores capuccino, cafés y tonos tierra. Y se suma el Very Peri, el color del año, de acuerdo al Instituto Pantone: una especie de violeta o morado tecnológico.
Martha Calad, consultora de moda, dice que los tonos neones estarán presentes, pero no con la misma participación que tendrán los brillantes, los cuales se aplicarán en una moda muy femenina donde serán relevantes los textiles con efectos de tejidos elaborados.
“A pesar de que la temporada primavera verano siempre ha tenido colores brillantes, este año todos queremos ver una luz, el espíritu de la personas es distinto, con más ilusiones y proyectos más concretos”.
Estampados y texturas
La nostalgia del pasado estará reflejada en los estampados. “Veremos ópticas de los años 70, flores, vetas minerales, rayas en tonos nuevos y lunares reinventados, todo esto bajo un concepto acuarela, como si esa prenda fuera hecha en un taller de artista, como si fuera personalizada y hecha por un pintor”, dice Alvarado.
¿Y sobre las texturas? “Vamos a querer tocar cosas que tengan valor agregado”. Es decir, telas con efectos de piel de durazno, lino, rústico y acabados de algodón sin tratar. De hecho, en el índigo pasará lo mismo: se buscarán los rígidos para lograr siluetas inspiradas en la moda de los 70 (pantalones bota campana). “Bajará un poco el tema de los vestidos, se buscarán siluetas un poco más prácticas, las siluetas andróginas van a reinar en el confort mundial”.
Siguiendo con el regreso de tendencias de otras épocas, Useche indica que se verán las botas (caña media y alta) y botines, así como los mocasines con suelas más gruesas.
Calad dice que el tema romántico será clave a la hora de vestir: los encajes tendrán mucha participación y esto se reflejará en telas sobrebordadas y algodón, y en colores como el blanco, negro y pasteles.
Confort y más consciencia
La comodidad seguirá jugando un papel fundamental. El confort se verá en espacios como el trabajo, la casa o la calle, por esa necesidad de encontrar un equilibrio entre lo físico y mental.
Los tenis continúan. Tendrán un concepto futurista con materiales translúcidos, transparentes y reflectivos. Y los clásicos bajo el concepto de los icónicos de los 60 y los rebeldes de los 80 (botines deportivos).
También se buscará, dice Alvarado, que la ropa sea sostenible para “alinearnos con un futuro donde la naturaleza aporte a la moda, como un proveedor consciente y no como una explotación contaminante”.
Sobre lo que dice el experto, ya se están dando los primeros casos. La marca británica Pangaia lanzó la colección Fungi teñida y fabricada con hongos, y Vicunha, de Colombia, utiliza tintes naturales como los residuos de frutos secos italianos para teñir prendas.
A esto se suma la moda de segunda mano que seguirá en ascenso, en parte, porque las personas se darán cuenta de que tienen demasiada ropa en el clóset que no usan, entonces empezarán a desprenderse de algunas. La gran conclusión es que se avecinan días en los que tomará fuerza el minimalismo al momento de vestir, acompañado de mucho, muchísimo color.