Es una verdad de Perogrullo: la pandemia cambió la forma de relacionarnos. Sin embargo, en pocos aspectos se evidencia tanto como cuando se analizan los desarrollos inmobiliarios que se adelantan en la ciudad. Ahora, más que antes, la oferta no solo es horizontal sino que tiene todo en uno.
El tema cobra sentido si se consideran las largas cuarentenas. Ante tanto tiempo de encierro, se prefiere tener todos los servicios a la mano, por eso los desarrolladores encontraron en esa tendencia el gancho para sus nuevos proyectos.
Según Lina María Ramírez, arquitecta constructora, en temas de habitabilidad estosproyectos que tienen todo en uno, tienen una desventaja pues se convierten en rutina para sus usuarios. Sin embargo, son muchos más los beneficios debido a que las personas no están encerradas en cuatro paredes, sino pertenecen a un entorno completamente urbanizado, con dinámicas de recreación y trabajo.
Para la profesional, la paradoja es compleja para los urbanistas, sin embargo prima el hecho de que la ciudad se está quedando sin espacio, por eso la alternativa de reunir en un solo proyecto todo, gana más fuerza.
El gancho de ventas
En la lista de proyectos inmobiliarios en venta en la ciudad, los “todo en uno” ocupan mayor espacio, especialmente, en aquellos que se desarrollan por fuera de las áreas de expansión: Bello, Sabaneta, La Estrella.
Por ejemplo, de los 21 proyectos en venta de Bienes y Bienes, una de las constructoras con mayor reconocimiento en la región, al menos unos 18 ofrecen opciones que complementan las viviendas con recreación, coworking y espacios comerciales.
Daniela Sierra, asesora de la inmobiliaria, asegura que a raíz de la pandemia se vio la necesidad de tener este tipo de complementos. “Ya las empresas se dieron cuenta que el teletrabajo funciona, por eso la mayoría de gente ahora trabaja desde la casa y mejor si tienen un espacio para esto”, asegura.
Todo esto también se complementa con otros desarrollos urbanísticos cercanos, por eso, se tiene un buen colegaje entre las inmobiliarias, para hacer proyectos cercanos y que permitan todo el urbanismo comercial como forma de incentivar la compra.
“Es un gancho para la gente, saber que pueden ir al primer piso y tener ahí todo, zonas comunes tipo club, todo en uno, eso hace que seamos más competitivos, nos exige ser más auténticos”, asegura.
Necesidad y tendencia
Aunque fueron los aislamientos los que motivaron este cambio, esta transformación se venía desarrollando desde antes. La arquitecta Ramírez explica que con los cambios de los planes de desarrollo, que permite mayor densidad poblacional en la región, se hizo necesario que estos se dinamizaran con complementos.
La experta va más allá y habla del statu quo. Los precios de las viviendas en parcelaciones y en zonas campestres sigue reflejando el interés de las personas por este tipo de viviendas, sin embargo, son proyectos con costos altos, lo que hace que pocos puedan adquirirlos, por eso, este otro tipo de desarrollos verticales ofrecen un intermedio que se vuelve tendencia. “La gente quiere vivir donde está la tendencia, estar a la moda”, asegura la consultora.
El enfoque ambiental
Otra punto que incide en el proceso de compra de cualquier producto o servicio es la sostenibilidad. Para Jesús David Rodríguez, consultor en mercadeo, vinculado al área constructora, la conciencia ambiental es un tema que se quedó entre los compradores, por eso, tener espacio y los proyectos inmobiliarios “verdes” seguirán estando entre los favoritos de los compradores.
Evitar los desplazamientos, tener todo a la mano sin necesidad de consumir combustibles y hasta poder tener espacios verdes, pueden incidir en la decisión de compra.
Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, el 55 % de las personas en el mundo viven en ciudades, situación que seguirá en aumento y al 2050 se incrementará al 68 % por eso se impulsan desarrollos de urbanismo sostenibles en tres ámbitos: económico, social y ambiental.
Ese mismo informe indica la necesidad de concentrar los esfuerzos en soluciones habitacionales que no solo brinden alojamiento, sino servicios educativos, sanitarios y de empleo para tener un desarrollo sostenible e incentiva a los gobiernos a promover mejoras en la calidad de vida en este sentido, impulsando la agenda urbana.
Por eso, a juzgar por los consultores, diseñadores y hasta las personas del área comercial, este tipo de proyectos que solucionan todas las necesidades, pese a tener desventajas desde la habitabilidad, son más los beneficios que brindan y seguirán siendo una corriente hacia la que se inclina el mercado
68 %
de la población mundial vivirá en ciudades en el 2050, según la ONU.
