Fue una fábrica de ideas a sus 8 años. A Dan Gamboa Bóhorquez se le hacía imposible dejar de hablar compulsivamente. Un papel, un lápiz y una idea reflexiva se convirtieron así en la materia prima de sus “tiempos libres”. Las palabras se le daban con tanta facilidad que a esa edad publicó ‘Contigo, Conmigo, Con Todos, Convivir’, su primer libro.
La publicación fue la recompensa por haber ocupado el tercer lugar en un concurso de literatura infantil. Con el tiempo concluyó que lo que parecía ser un talento era solo el “serio complejo de ser escritor” que, como él mismo lo dice, pudo superar a duras penas con el pasar del tiempo cuando evolucionó a otras áreas de la comunicación: dibujo e imagen.
Es por ello que, este arquitecto de la Universidad Francisco de Paula Santander y nativo de Cúcuta, asegura a sus 27 años finalmente haber encontrado su lugar en el mundo gracias a la fotografía, un campo de acción al que se volvió adicto cuando recorrió 34 países. Así de curioso es Dan Gamboa, @larepuvlica en Twitter, el invitado a nuestro Perfil Tuitero de la semana.
Arquitecto, fotógrafo o viajero ¿cuál de estas facetas le quita el sueño?
“Creo que viajar me lo quita, (literalmente cuando viajo no duermo) y ser arquitecto es un sueño constante”.
¿Por qué escogió como nombre en las redes @larepuvlica?
“Historia ñoña: era el nombre de un grupo de investigación que hice en la universidad que no arrancó, pero me gustó tanto que prácticamente lo asumí como nick, como álter ego virtual. Ya hasta se volvió apodo”.
Ese proyecto no funcionó, pero en Twitter es otra historia, ¿cómo logró tener tantos seguidores?
“Es relativo aquello de ‘tantos’. Siempre he pensado que me gusta compartir cosas que hagan reír o que sean interesantes de compartir. Los seguidores son respuesta a eso y me siento satisfecho con que guste lo que comparto. Normalmente son memes, tuits sarcásticos o fotografías de mis viajes”.
¿Qué diferencias o similitudes destaca de cambiar trazos, lápices y dibujos por una cámara?
“Tanto en el diseño como en la fotografía, quiero comunicar mi punto de vista, expresar lo que veo y transmitirlo. La diferencia sería el resultado: la fotografía me permite capturar momentos; el diseño, construirlos”.
En su descripción en Twitter se define como un ‘meme generator’, ¿a qué se refiere?
“(Risas) es casi que jodiendo. Me gusta hacer memes, que se vuelvan virales. Es mi forma de divertir en las redes sociales”.
¿Cómo un arquitecto termina seducido por la fotografía?
“La arquitectura es una carrera flexible, te permite moverte en muchos campos laborales (acá, rebusque). Desde periodismo, fotografía, artes visuales, construcción, diseño, etc. En mi caso, la fotografía ha estado desde niño. Pero hasta que comencé a viajar a los 13 años, le presté atención. Fue cuando me di cuenta de que mis fotos gustaban o, mejor, atraían tanto que decidí hacer de un hobby lo que es hoy prácticamente mi base de logros y fuente de ingresos”.
¿Cuántos países ha visitado y en dónde queda su construcción arquitectónica favorita?
“34 hasta ahora. El último, Rusia. Fue un sueño cumplido de manera inesperada. Improvisé ese viaje: escribí en Twitter los destinos posibles y el que más mencionaron fue el que elegí. Ahora bien, ¿un edificio en particular? Me impresionó Tikal en Guatemala o Notre Dame du Haut de Le Corbusier (Francia). Aunque nada se compara a un buen paisaje”.
Si pudiera hacer alguna propuesta arquitectónica para el país ¿cuál sería, qué ciudad elegiría y por qué?
“Creo que dignificar la vivienda sería mi enfoque. La ‘utilidad’ se ha puesto encima de la dignidad y sin importar el estrato, la vivienda ha decaído en la monotonía y en la destrucción de la vida en comunidad. Si tuviera que elegir sería Cúcuta, mi ciudad natal, porque es un caso que necesita reinventarse. Tiene un modelo obsoleto que busca identidad cuando, de hecho, su mayor fuerte es no tenerla. Es una ciudad de paso. Sus habitantes son errantes, es una ciudad que puede formatearse”.
Dice que ser escritor ha sido una terapia para apaciguar un “serio complejo” que sufre desde niño...
“(Risas) muchísimo, es una gran terapia. Empecé escribiendo y mi primer libro se publicó en Medellín. Aún suelo escribir relatos y experiencias de viajes y, cuando tengo tiempo, aporto artículos sobre clásicos de la arquitectura para el portal Archdaily.com”.
¿Algún familiar o personaje de referencia en su vida?
“Esto será una respuesta de reina: mi mamá me ha enseñado lo todo lo suficiente para ser valiente y constante. Una gran consejera”.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
“Quiero volverme un ‘dealer de viajes’; recopilar experiencias y ofrecer un producto. Ya es hora de compartir cómo se puede viajar sin tener millones...antes que pretender ser “bueno” en lo que hago prefiero ser único, o al menos, original. Así he llevado estos años”.