Transcurría el Mundial de Fútbol de Estados Unidos 1994, el equipo colombiano había llegado al torneo como favorito para ganar el título, un 5-0 sobre Argentina era la carta de presentación de los dirigidos por Francisco Maturana. Sin embargo en el debut contra Rumania el combinado nacional cayó 3-1.
Para el segundo juego Colombia se enfrentaba al equipo local y la única opción era ganar si se quería seguir en el Mundial, pero la suerte no acompañó a la tricolor, ni tampoco al defensa Andrés Escobar, quien de manera involuntaria abrió el marcador en el minuto 35, con un autogol.
Ese día, el 22 de junio, Colombia perdió 2-1 con Estados Unidos y eso significó la eliminación del Mundial, no importó que cuatro días después se venciera a Suiza dos goles por cero, Colombia debía regresar a casa con más pena que gloria.
Sin embargo la mayor pérdida no ocurrió en la cancha de fútbol y aún estaba por suceder, 10 días después del autogol Andrés Escobar fue asesinado en el parqueadero de una discoteca de Medellín.
Andrés nació el 13 de marzo de 1967 en Medellín. Debutó en el equipo profesional de Atlético Nacional frente a Cúcuta en 1987, y con la Selección Colombia en 1988 con un gol ante Inglaterra. Durante casi toda su carrera jugó para el Atlético Nacional, equipo con el que ganó la Copa Libertadores en 1989. También jugó los mundiales de 1990 y 1994 con la Selección Colombia, Copa América de Brasil de 1991, y estuvo a préstamo un semestre en Suiza para el equipo Young Boys.
Hoy 13 de marzo, fecha en la que Andrés Escobar cumplirían 50 años, le preguntamos a la audiencia de EL COLOMBIANO cómo recuerdan a este ídolo verdolaga. Sus historias acompañan este relato.