El tema con Juan Manuel Santos en Colombia es que está preso de una excesiva polarización política. No en vano el voto negativo a los acuerdos de paz ganó, por muy poco margen, pero ganó. A pesar del gran reconocimiento internacional por haber recibido un Premio Nobel, la opinión pública interna sigue percibiendo el pesado ambiente de polarización, pero sobre todo a un presidente dedicado a sacar como sea los acuerdos de paz, que deja de lado otros temas de vital importancia, como la seguridad pública o el combate contra la corrupción política. Allí la opinión pública advierte que el presidente y su gobierno están asociados a la “mermelada”, haciendo excesivas concesiones políticas, económicas y empresariales para poder sacar adelante su plan de paz.
Precisamente allí está una de las claves de su gobernabilidad, que se une al apoyo que sectores de la izquierda y el centro izquierda, como el Polo Democrático, sectores del liberalismo o de La U le ofrecen en cuanto comparten sus políticas de diálogo y negociaciones de paz. Las críticas que tengan hacia otros frentes de su Gobierno, ceden por el apoyo a la política de paz.
Al gobierno Santos de queda un año y medio difícil, en cuanto muy pronto comenzará la precampaña presidencial, con mayor polarización.