El accidente no pudo ocurrir en peor momento. Ese día nos reunimos los voluntarios del IV Foro Mundial de la Bicicleta, celebrando que estábamos a un mes de hacer el encuentro y un mes después del asesinato de nuestro amigo y compañero, el ciclista César Criollo, por robarle la bicicleta. Esto nos llenó de pesar.
Todo nos lleva a decir que no podemos, como sociedad, permitir que se irrespete la vida de los peatones y los ciclistas. Es inaudito. Somos seremos humanos y ese es el llamado enfático a la gente.
El segundo aspecto es, entonces, estimular la cultura de respeto a los peatones y ciclistas en las vías, que no existe. El mayor obstáculo para tener la bicicleta como medio de transporte en el Valle de Aburrá no es el clima, no es la topografía, no es la falta de infraestructura, es la falta de cultura. Cuando nos movilizamos en bicicleta nos sentimos amenazados y agredidos por los conductores. Y eso debe cambiar, no debe existir ese conflicto sino que debe haber amabilidad y respeto mutuos para compartir las vías.
El Foro Mundial de la Bicicleta será la oportunidad de resaltar y promover la bicicleta. Es un regalo para la ciudad y para mandar un mensaje de acciones y cultura. Que cada empresa e institución tenga más personas en bicicleta.