Quedan cinco semanas de campaña para las elecciones del 27 de octubre. Los candidatos a la Alcaldía de Medellín llevan meses haciendo proselitismo y divulgando sus programas y, no obstante, el nivel de conocimiento que de ellos tienen los votantes sigue siendo bajo.
EL COLOMBIANO, junto con RCN (Radio y Televisión), El País, de Cali, y La República, contrató una encuesta con la reconocida firma Yanhaas, sobre intención de voto y los asuntos que más preocupan a la ciudadanía. La muestra fue de 600 encuestas presenciales en diversos barrios y comunas de Medellín, con un margen de error del 4 %.
Hay trece candidatos, de los cuales solo cuatro marcan intención de voto superior al 5 %, y de ellos solo dos superior al 10 %. Un 21 % de los encuestados dicen que piensan votar en blanco y otro 18 % se ubica en No sabe/no responde. Es decir, la masa de indecisos es grande y puede mover sustancialmente las cifras. Las últimas cuatro semanas son claves, como crucial el acierto de los candidatos y de sus equipos al hacer llegar su mensaje a la ciudadanía y demostrar su grado de experticia gestora y de conocimiento de la ciudad.
El candidato del Centro Democrático, Alfredo Ramos, puntea en las mediciones (19 %), seguido no muy lejos por Daniel Quintero (14 %), de Independientes. Muy abajo quedan otros que, pudiendo haber tenido reconocimiento por los votantes, parecen no haber despegado, como Juan Carlos Vélez Uribe o Santiago Gómez.
Ramos Maya es fuerte en los estratos 5 y 6, y su mayor población de votantes está en el rango de edad de más de 45 años. Quintero marca bien en la población joven (18 a 24 años, con 30 % de intención de voto en esa franja) y en los estratos 3 y 5.
Llama la atención en la encuesta que al ser preguntados por los principales problemas de la ciudad, los consultados ratifican que la seguridad es una preocupación insistente (primer lugar, con el 28 %). Le siguen la corrupción (26 %), la salud (22 %), la educación (11 %), y paradójicamente, la calidad del aire (9 %), la movilidad (3 %) y la inequidad (1 %) aparecen en los lugares inferiores. Obviamente la responsabilidad de un alcalde deberá atender las preocupaciones en materia de inseguridad ciudadana, pero es en problemáticas como el empleo, la movilidad, las inequidades socioeconómicas, el medio ambiente, la innovación, la competitividad, donde deben demostrar sus capacidades de liderazgo y de gobierno.
En estas semanas que restan habrá reacomodos y coaliciones. Todavía hay mucho espacio para la expansión de apoyos. Y, sobre todo, una invitación para que los candidatos concreten su visión y su proyecto de futuro para la ciudad, el cual aparece muchas veces desperdigado o diluido en decenas de promesas que no tienen marco de ejecución concreta.
Creemos que los candidatos deberían asumir un compromiso de transparencia con la ciudad y con sus votantes, y anunciar desde ahora quiénes ocuparán, en caso de ser ellos elegidos, cargos claves como la gerencia General de EPM, la secretaría de Planeación, la de Hacienda y la de Seguridad, como mínimo.
El Municipio de Medellín es también un conglomerado público, que administra cifras que pueden generar vértigo, donde no se debe llegar a improvisar ni a ensayar fórmulas que, por ingeniosas que parezcan, no tienen bases firmes para ser exitosas.
La ciudad está abierta a mirar las opciones, valorar la seriedad y factibilidad de las promesas de campaña, y medir el liderazgo, coherencia y fortaleza ética e intelectual de los candidatos.