La imagen es un verdadero garrotazo al corazón de la política bien hecha en Antioquia: uno de los mayores electores del Partido Liberal en el departamento aparece repartiendo costosas tabletas, como si fueran dulces, a cientos de influenciadores y periodistas.
Se trata del exsenador liberal Julián Bedoya, el mismo que saltó a la ‘fama’ porque habría falsificado su título de abogado (caso que aún está en investigación), y ahora volvió a protagonizar un nuevo escándalo cuando botó la casa por la ventana para lanzar su candidatura a la Gobernación de Antioquia. Así no haya dicho que ese fuera su propósito.
Fue una opulenta “encerrona” en Andrés Carne de Res con la excusa de celebrar el día del periodista. A cada asistente que entraba, Bedoya lo saludaba de mano y de inmediato su esposa les entregaba una bolsa en la que después, al sentarse a la mesa, los invitados encontraron una tableta Galaxy Tab. A los que no alcanzaron les dieron bonos de Ktronix de 800 mil pesos. Y el cierre de la francachela fue parranda vallenata con Peter Manjarrés.
En su discurso Bedoya fue claro: “ningún político a un cargo uninominal, alcalde, presidente, gobernador, puede ganar sin el apoyo y la ayuda de ustedes”, les dijo a los periodistas. Y aprovechó la ocasión para anunciar su alianza con el senador Carlos Andrés Trujillo, “el grupo del senador Trujillo tiene el mismo número de alcaldes, concejales y diputados que el nuestro”, dijo haciendo cuentas.
El evento de Julián Bedoya deja un mal aliento, como si fuera una nueva versión de la cultura mafiosa que tanto ha golpeado nuestra ciudad, no solo por el gasto ostentoso, sino por la falsa idea de que todo tiene un precio, inclusive los periodistas y la prensa.
Con un ingrediente adicional: Bedoya pareciera no tener ningún filtro ético, porque lo hace de frente y gritándolo a los cuatro vientos, como si se le hubiera extraviado el sentido de lo que es bueno o malo en una sociedad. ¿Quién que haya hecho su fortuna a pulso y con el sudor de la frente va a dar regalos de casi 1 millón de pesos?
Haciendo cuentas de servilleta el agasajo le pudo haber costado a Bedoya cerca de $380 millones de pesos ¿De dónde sale tanto dinero? El dato resulta escandaloso si se tiene en cuenta que Bedoya ha trabajado básicamente en el sector público: desde asistente en el Concejo de Medellín, pasando por diputado, representante y senador. Trabajos, algunos de ellos, bien remunerados, pero que no dan por ningún lado para gastarse en un solo día esa millonada.
Tanto Julián Bedoya como Carlos Andrés Trujillo fueron aliados de Gustavo Petro durante la campaña presidencial. Bedoya, en campaña, por ejemplo, le llenó la plaza de La Estrella. Una vez en el poder, los dos se han convertido en puntas de lanza para que el Partido Liberal y Conservador hagan parte de la coalición de gobierno del presidente.
Sin embargo, no están pasando por su mejor momento. A Trujillo no solo lo acaban de sacar de la presidencia del Partido Conservador a sombrerazos, sino que Guillermo Reyes, quien llegó al ministerio de Transporte, como cuota suya, rompió cobijas con él. Y Bedoya, tras el escándalo del viernes, puede tener dificultades.
Bedoya y Trujillo han logrado, sin embargo, amasar poder en un buen número de municipios de Antioquia. También es probable que la candidatura de Bedoya cuente con el apoyo del grupo de Daniel Quintero, de quien tanto Bedoya como Trujillo son aliados de vieja data. Esteban Restrepo, el exsecretario de Gobierno de Quintero que sonaba como candidato a la Gobernación, probablemente termine uniéndose a la campaña de Bedoya, al igual que Bedoya y Trujillo seguramente acabarán del lado de quien termine siendo el candidato de Quintero en Medellín.
Los patriarcas de la política en Antioquia quedarían sorprendidos de ver al Partido Liberal y al Partido Conservador apoyando al mismo candidato. Por no hablar de lo que les produciría ver la feria de regalos. Los partidos que marcaron nuestra historia han pasado a ser agencias de personajes que venden sus principios al mejor postor. Ahora hacen parte del mismo partido: el Partido del Presupuesto.
Es posible que nunca antes Antioquia haya tenido que enfrentar desafíos tan grandes con respecto al desempeño de sus dirigentes políticos como ahora: vivimos tiempos realmente difíciles y el ejercicio de la política en la ciudad y el departamento tiene muchos problemas que deben ser reparados. Nos queda la esperanza de que la historia ha demostrado que cuando más escarpada es la montaña más se ha hecho notar el espíritu combativo, esforzado y honesto de los antioqueños.