x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Europa la está viendo negra

La disparada de los precios del gas y la electricidad presagia una recesión cada vez más cercana en el Viejo Continente. Colombia debe tomar nota.

01 de septiembre de 2022
bookmark

Hay un temor que se está extendiendo por todos los países europeos: que llegue el invierno y los coja con bajas reservas de gas, lo que podría llevar a racionamientos en el suministro de energía eléctrica.

Y todos los días hay noticias más preocupantes para ellos en ese sentido: ayer, por ejemplo, Rusia suspendió el envío de gas a Francia, y en el Reino Unido hace pocos días anunciaron un aumento hasta de 80 % en las tarifas.

Además de declararle la guerra a Ucrania, Rusia está empeñado en utilizar el suministro de gas como un arma de chantaje ante las naciones del Viejo Continente, poniendo contra la pared a los que dependen del suministro de este energético, especialmente Alemania, uno de sus mayores importadores. En 14 países europeos la dependencia de gas ruso supera el 50 %, lo que pone en entredicho su soberanía energética.

En represalia por las sanciones económicas de los europeos, Rusia ha reducido sustancialmente el suministro de gas, a través del gasoducto Nord Stream 1, lo que está llevando a muchos países a tomar medidas para evitar que el invierno los coja desprevenidos.

Los rusos han realizado cierres y trabajos de mantenimiento en esta infraestructura que se utiliza para abastecer las centrales eléctricas. Ayer mismo cerraron nuevamente por tres días este gasoducto construido en alta mar, que tiene una longitud de 1.224 kilómetros, sale de Rusia y pasa por Estonia, Lituania, Letonia y Polonia hasta llegar a Alemania.

La Agencia Internacional de Energía (EIA, por su sigla en inglés), viene insistiendo desde julio pasado en la necesidad de tomar medidas para reducir significativamente el uso de la energía, antes de que la situación se vuelva más “grave y desafiante”.

A este llamado se sumó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien anunció que están trabajando en una intervención de emergencia y una reforma del mercado eléctrico con el fin de enfrentar el incremento en los precios del gas y de la energía eléctrica. Dijo que Europa debe prepararse para una posible interrupción total del gas ruso. El próximo 9 de septiembre está convocada una reunión de urgencia de los ministros de energía de la Unión Europea para mirar cómo hacerle frente a esta crisis.

Ante esta situación, los europeos la están viendo negra. En el último año los precios de la energía se han disparado a niveles nunca vistos, poniendo en jaque a los consumidores y a las principales economías de esta región del planeta. En Alemania, el precio de la energía se ha multiplicado por 10, al pasar el megavatio hora en el mercado mayorista de un promedio de 80 dólares a más de 800 dólares. Pero en todos los países europeos siguen rompiendo récord tras récord, lo que ha repercutido en la elevada inflación, que llegó a 9,1 % anual.

A ello se suman los temores de una recesión por la mayor inflación y el aumento de tasas de interés. En Alemania, la cuarta economía del planeta, el crecimiento de su aparato productivo está estancado. Su situación podría empeorarse si se complica el suministro de gas ruso porque tendría que restringir el uso de energía no solo en los hogares, sino en las grandes industrias. Alemania es el motor económico de Europa, por eso todos están atentos a su desempeño.

Algunos países emprendieron campañas de ahorro de energía, apagando la calefacción y la iluminación de sitios públicos en altas horas de la noche, otros están recurriendo nuevamente a fuentes de energía contaminantes, como el carbón, buscando el suministro de gas de países asiáticos y africanos e incentivando las energías renovables, como la hidroeléctrica, la eólica y la solar.

Y mientras tanto, esperan que Rusia no corte definitivamente el suministro de gas, un hecho que se ve poco probable ya que esta nación necesita los recursos que le proporciona la venta de este energético.

Enormes lecciones está dejando la crisis energética. Dos de ellas son la importancia de tener una matriz energética diversificada, como la colombiana, y no depender en lo posible de las importaciones, sino tratar de mantener la soberanía energética, porque no se sabe en qué momento se presente una coyuntura que frene su suministro y los consumidores terminen pagando facturas costosísimas.

En momentos en que en Colombia se habla de cambios en el sector, de priorizar las energías renovables no convencionales por encima del petróleo y el gas, y hasta de importar este último energético de Venezuela, sería conveniente que el gobierno mire con más detenimiento lo que sucede en el Viejo Continente, que hoy se está dando golpes de pecho por confiar tanto en un país que tiene acorralados a millones de consumidores.

Un gobierno responsable no puede ir sacando del bolsillo frases como aquella de que no vamos a explorar más yacimientos de gas. Se tendrían que advertir los riesgos enormes que corremos como país de dejar de ser autosuficientes y, ante cualquier eventualidad —como la que está sufriendo Europa hoy—, de que millones de colombianos no tengan cómo pagar unas muy elevadas tarifas de electricidad o gas 

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD