¿Syrah o shiraz?
Alguna vez escuché a algún enólogo-poeta describiendo un syrah y afirmaba que esta uva sabía a besos de chocolate, desde ese día no he podido desprenderme de esa imagen y a menudo abro una botella de syrah para besar esa boca negra y apasionada. La Syrah es una uva llena de misterio e historia, tal vez ninguna variedad ha generado tanta polémica sobre su nacimiento. Algunos ampelógrafos (expertos en variedades de uva) la ubican en la populosa ciudad iraní de Shiraz (sinónimo de esta variedad), célebre por sus alfombras, sus poetas y sus rosas. Se dice que cuando Noé bajó del Arca luego del diluvio, lo hizo por la falda del Monte Ararat que limita con Persia (actual Irán) y que allí plantó la variedad Shiraz (Genesis 9: 20-21). El Master of Wine Oz Clarke menciona la posibilidad de que el cruzado Gaspard Sterimberg la trajera de “Tierra Santa” como botín de guerra a occidente y la plantara en el sur de Francia a donde se recluyó a orar en la pequeña ermita de San Cristóbal, que hoy domina el imponente Valle del Ródano. Otros ampelógrafos creen que viene de la mediterránea Siracusa (Sicilia) procedente de Egipto, incluso la leyenda afirma que fue el vino servido en la última cena de Jesucristo, pero la explicación más plausible es que sea oriunda del francés valle del Ródano, donde la crítica inglesa Jancis Robinson afirma que ya estaba plantada desde la ocupación romana por la tribu gala Allobrogue, quien dio nombre a una variedad llamada Allobrogica, en honor a este pueblo ancestral.
Independiente de su origen, la actualidad la ubica como favorita del mundo entero y sus terrenos sagrados van desde la soleada Australia, pasando por las montañas de Hermitage en el Ródano, hasta los valles de Casablanca, Leyda y hasta el desierto de Atacama en Chile o el soleado valle de San Juan en Argentina. Sus notas alquitranadas, unidas al eucalipto, la mermelada de mora con frambuesas y un final ahumado con chocolate y menta, lo hacen maravilloso e inconfundible.
En Australia, en donde se convirtió en su uva emblemática, llegó de la mano del escocés James Busby en 1.832. En los años cincuenta Max Schubert creó para la bodega Penfolds el “Grange Hermitage”, el primer vino de la variedad que se destacó por su calidad con los mejores puntajes de la crítica. Hoy Australia elabora monovarietales de shiraz de gran calidad en Hunter Valley, Coonawara, Victoria y, sobre todo, en Barossa Valley. En estos shiraz de las antípodas destaca mucho la fruta y su textura de terciopelo en boca.
Hoy les traemos un ejemplar chileno excepcional llamado Tara, producido por la viña Ventisquero, en el agreste y excepcional “terroir” de Atacama, al norte del país. Es un vino del desierto, completamente natural que sobrevive gracias a la Camanchaca, la neblina matinal que hidrata y preserva el viñedo de las condiciones inclementes de Atacama. Apenas se hacen 5.658 botellas de este vino excepcional.
Tara 2015
100 % Syrah
D.O. Atacama Valley
Atacama (Chile)
Enólogo: Alejandro Galaz
Tiempo de Guarda entre 10 y 15 años
Temperatura de Servicio 18ºC
Importa: Tannic (Wine Bar)
Alcohol 13 % AbV