x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Cosmos, de Andrzej Żuławski El gorrión ahorcado

20 de noviembre de 2016
bookmark

Aunque el cine es como la vida, no siempre debe parecérsele en todo. Por eso es un arte, para poder deformarla, trastocarla y poetizarla, y así crear otro lenguaje para hablar de ella misma. Eso se puede ver en esta delirante e impredecible película, un viaje hacia los apasionamientos de la naturaleza humana, a las emociones encontradas y a un relato que no le teme saltarse y contrariar las convenciones de la continuidad narrativa y el realismo sicológico.

Dos jóvenes llegan a una pensión familiar a orillas del mar, allí se encuentran con un enrarecido ambiente lleno de minúsculas anomalías y residentes con vidas alteradas o con la capacidad de alterarlos a ellos. Eso ocurre especialmente con Witold, escritor frustrado y abogado reprobado, quien empieza a perder la cordura por Lena, la hija de la dueña. Lo que empieza tal vez por un gusto por sus labios, desemboca en una obsesión que comienza a poblar su comportamiento de una colección de tics y esquizofrenias.

Más que un argumento con una historia clara, el director y guionista propone una atropellada sucesión de situaciones con la construye un universo dislocado de emociones y compulsiones. Los siete personajes se cruzan en distintos espacios de la casa y protagonizan escenas que no necesariamente tienen conexión con las demás, incluso algunas no tienen sentido en sí mismas, solo se les puede vincular con el tono general del relato, entre absurdo y cargado de reflexiones poéticas e intelectuales, entre trivial y enaltecido por la belleza de una imagen o una línea de diálogo.

En el fondo es el amor y el deseo los sentimientos que mueven a todos los personajes, sin embargo, están sepultados bajo muchas capas de obsesiones, fobias, arrebatos y manías. Todo ello conducido por la trepidancia de unos diálogos llenos de alusiones intelectuales, cinematográficas y literarias, las cuales los hacen tan ricos como artificiales; como artificial y enfática puede verse también la interpretación de todos los actores. Si no fuera porque ya está definido el código del relato, parecería una mala obra teatral, pero así debía ser para poder lograr esa desesperante armonía.

Esa hiperbólica concepción de los diálogos, la actuación y el relato contrasta con la propuesta visual y de puesta en escena, las cuales están más definidas por la delicadeza, la belleza y la evocación poética: Imágenes que son cuidados cuadros surrealistas, la luz que busca la expresividad o el esteticismo y el buen gusto de las estilizadas y envejecidas locaciones, todo un agradable universo visual sacudido por la presencia de sus sulfurados habitantes.

Puede no ser una película fácil de ver, porque exige sintonizarse con ese inédito código en que está planteada, así como desprenderse del hábito de articularlo todo a una historia, pero sin duda es una experiencia distinta frente a la pantalla, una descarga estimulante de imágenes, ideas y sentimientos, recibida con el ímpetu de una narrativa que quiere salirse de los moldes.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD