Mirando los resultados históricos, se encuentra que en Medellín Álvaro Uribe -sus candidatos- no ha ganado por lo menos las últimas cinco elecciones. Es evidente que el voto de opinión a nivel local es muy fuerte. Y aunque muchos de los votos fueron genuinamente por Daniel Quintero, otros muchos fueron en contra del candidato uribista. En el caso de Antioquia, el uribismo no logró consolidar una candidatura fuerte, que realmente lograra darle continuidad al capital político logrado, pues su candidato llevaba cuatro años en campaña. El ganador, como político profesional que es, sí logró consolidar una serie de apoyos políticos muy bien planificados.
Entonces en Antioquia el Centro Democrático sí es el gran perdedor. Y en las otras grandes ciudades tampoco logró traducir el liderazgo de su principal representante en votos para sus candidatos. Hay un fervor por el líder del partido que no se hace extensivo a sus aspirantes.
Si uno atiende exclusivamente el programa electoral de Daniel Quintero, hay esperanza. Tiene un muy buen programa de gobierno, bien estructurado, con ideas interesantes, que le da importancia sustantiva al medio ambiente, al desarrollo económico. Que era desconocido, sí. Pero su discurso de esfuerzo y meritocracia caló en grandes sectores del voto de opinión.