En los últimos años hemos aprendido que toda acción, por pequeña que sea, tiene una repercusión. Y más, si estamos hablando en materia migratoria.
Lo que ha venido sucediendo en el municipio de Necoclí solo puede ser resuelto si todos sumamos esfuerzos. La realidad de Necoclí va más allá de las cifras. Es el drama de cerca de 9 mil migrantes, que dejaron todo debido a la situación de sus países, o a decisiones autónomas y soberanas.
Y es que más que buscar un responsable de esta situación que trasciende las fronteras de nuestro país, debemos trabajar unidos como región en la construcción de estrategias que permitan disminuir la migración irregular y arrebatar al migrante de las redes de tráfico. La clave, es trabajar en evitar que esto siga sucediendo.
Acciones coordinadas a nivel internacional, aumento de controles viales, reforzamiento del pie de fuerza en frontera, incautación de bienes y mayor severidad al momento de judicializar al “coyote”, son parte de las estrategias que como Gobierno estamos tomando.
Esto exige compromisos de todos y pequeñas acciones como denunciar avivatos que sacan provecho del migrante; puede ser ese primer paso para cambiar, pues las más grandes historias comienzan con un simple paso