No es una situación meramente individual de “Iván Márquez”. Hay un grupo de mandos medios de las Farc que, al menos por ahora, tomaron distancia del acuerdo.
El país conoce las presiones a las que ha estado sometida la JEP en amenazas no solo de su desarticulación, mediante la propuesta de referendo, detrás de la cual no tengo duda está Álvaro Uribe Vélez, sino desde el marco legislativo. Esa condición, incluso lo han dicho los integrantes del partido Farc, produjo enorme zozobra en las zonas de reincorporación y entre los mandos medios del mismo partido. En la medida en que las objeciones se hundieron, y el presidente debió firmar la Ley Estatutaria, se tiene la esperanza en que con mayor claridad en los procedimientos y el discurrir del proceso en las salas de la JEP, “Iván Márquez”, que fue decisivo para la firma de los acuerdos, regrese y se presente. Así como se los recordó Carlos Antonio Lozada, quien los invitó, incluso arriesgando sus vidas dentro del marco de la democracia.
Ojalá, frente a un proceso tan difícil, mucho más en el posconflicto, entienda la relevancia política y simbólica, incluso jurídica para la JEP, de que regrese con mayores garantías y seguridad, sin desconocer que debe responder ante la JEP por la investigación de “macrocrímenes” que se deben esclarecer y juzgar.