El enfoque tradicional de la Independencia como una gesta libertaria, puede contradecirse con una visión desde el conflicto y la concepción de los hechos políticos entendidos como la creación de un régimen para garantizar y proteger los intereses de la elite criolla o los hacendados aparecidos a finales del siglo XVIII por la disolución del encomendero y el remate de las tierras realengas. Esta elite organiza y crea la República Democrática a partir de la Constitución de Cúcuta en 1821. El orden jurídico resultante se crea para defender la supremacía política, racial y económica de la elite criolla mediante un estado de hacendados. Se garantiza una libertad restrictiva, pues mantiene la esclavitud y garantiza la participación política pero sólo para los varones alfabetos con dinero a través de un sufragio pseudo universal cualificado. Desde el punto de vista del conflicto social, el orden republicano democrático construido en Colombia desde las primeras décadas del siglo XIX, es un orden jurídico que puede llamarse hacendatario dirigido por caudillos con inmenso poder regional y que se manifestó en la institucionalización de la guerra civil. Por eso la vida del país ha transcurrido en medio de una lucha entre los jefes supremos veteranos de la guerra de independencia, que moldearon la república con la forma de sus intereses económicos, unas veces liberales, otras conservadores.
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