Las autoridades deben tomar medidas de choque para atender la emergencia, las que se han tomado son importantes pero insuficientes. Se debe restringir el uso de los automóviles particulares y motocicletas hasta que los niveles de calidad del aire sean aceptables, de acuerdo con estándares de la OMS. Esto podría ser costoso políticamente, pero es vital para proteger vidas.
En el mediano plazo la ciudad debe cambiar radicalmente. Necesita decisiones valientes para desincentivar el uso de los vehículos motorizados y las motocicletas, y para empezar, incrementar el número de pasajeros por carro. El pico y placa no ha dado los resultados esperados, entonces se debe pensar en otros esquemas como el cobro por congestión; para circular en hora pico, los conductores tendrían que pagar para cubrir las externalidades ambientales y sociales que generan.
La implementación del sistema público de transporte no debe dilatarse más, un sistema integrado es clave para la movilidad sostenible. Además se debe invertir para consolidar un sistema de ciclorrutas y enfocar el desarrollo urbano hacia el eje del río. Parques del Río es indispensable porque reducirá la cantidad de viajes urbanos y concentrará a la población cerca a los corredores de transporte público.