El control de los combos tiene que ser posible. Lo otro no puede ser una opción para las autoridades en Medellín. Es cierto que hay unos delincuentes que ven en diferentes escenarios una posibilidad, una suerte de renta criminal. Frente a esa visión retorcida tiene que articularse el poder del Estado a través de la Policía, Fiscalía, Alcaldía y Ejército para cerrarles el paso a los criminales. Esto además requiere la articulación con la ciudadanía y los empresarios del transporte, ambos claves para dar al traste con las acciones delictivas. Si estas se dan y estamos articulados, las respuestas deben ser claras, oportunas y rápidas para castigar al delincuente. Destaco el trabajo con los empresarios del transporte. Nos hemos reunido con ellos, el Gaula, la Seccional de Fiscalías de Medellín y la Policía Metropolitana. Adelantamos varias investigaciones que han permitido identificar algunos extorsionistas y otros han sido capturados en flagrancia. Ese trabajo mancomunado y la utilización de herramientas claves en buses, como las videocámaras, han dado grandes resultados. Así han caído e identificado estructuras criminales en Castilla y otras zonas. Las cifras contra la delincuencia son claras, tanto que el Gaula metropolitano es modelo nacional en combate a la extorsión.
Pico y Placa Medellín
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