Cuatro años en blanco tuvo Antioquia. Basta evaluar los resultados reales de una gestión empalagosa en publicidad (más de $200 mil millones gastados) y paupérrima en realidades.
En 2015, de 32 departamentos evaluados en Pruebas Saber 11, Antioquia ocupó el puesto 16, el mejor colegio público de Antioquia está de 377 a nivel nacional y solo tres están entre los mil primeros de nuestro país.
La Gobernación sobrevaloró la infraestructura supuestamente educativa con los publicitados “Parques educativos”. De 80 prometidos, inauguraron menos de 50, varios tienen extracostos y problemas estructurales, otros no cuentan con mobiliario. No conocemos costo de parque alguno, pues no existen actas de liquidación.
La infraestructura en Antioquia se paralizó: no tuvimos avances físicos en Autopistas de la Prosperidad, Túnel del Toyo, doble calzada en el eje bananero ni circuito vial de los embalses. 18 municipios no cuentan con acceso pavimentado a sus cabeceras. El Túnel de Oriente se detuvo más de 2 años. Según el Índice de Competitividad Departamental 2015, Antioquia alcanzó 75 puntos sobre 100, cuando 3 años atrás obtuvimos 79 puntos.
Antioquia cayó seis posiciones a nivel nacional en el ranquin de desempeño fiscal al puesto 18. El presupuesto total que deja la Gobernación para 2016 será inferior al de 2014 y 2015. El presupuesto de inversión disminuirá un 20% entre 2012 y 2016. La deuda del departamento aumentó en más del 120 % a $1,3 billones. Funcionarios sancionados, beneficios a familiares y decadentes resultados de FLA, Idea, Teleantioquia y Benedan se suman al pésimo manejo de los recursos públicos.
Los hechos hablan por sí solos.