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Columnistas | PUBLICADO EL 08 mayo 2022

Un puente al abismo

Por Daniel Villegas Diaz - opinion@elcolombiano.com.co

Peligrosamente, las elecciones presidenciales de primera y segunda vuelta se realizarán en medio de puentes festivos y, en este último caso, en plenas vacaciones escolares.

Digo que esto es un peligro porque algunas personas aprovecharán para irse a pasear y no cumplirán con su obligación de votar en estas fechas.

Muchos dirán que no importa que su voto no se pueda depositar y que por ello no se van a ganar o perder las elecciones, que un voto unitario no es definitivo. Yo, en cambio, pienso que el sufragio personal es mucho más que un simple número o una pequeña suma aritmética. Votar es el ejemplo colectivo de un buen ciudadano. Dejar de votar, por el contrario, es no ser responsable ni con el país, ni con la democracia, mucho menos con la familia, los vecinos y los compañeros de estudio o del trabajo.

Cuando Salvador Allende ganó en la década de los setenta las elecciones presidenciales de Chile, estas se realizaron en medio de un puente festivo y mucha gente se fue a pasear. Le dejaron la responsabilidad a otros y finalmente el candidato comunista ganó, lo que le generó al país austral unos problemas económicos e institucionales de los que se demoró varios años para recuperarse. La democracia se tuvo que sacrificar para superar el influjo de este nefasto gobierno.

Dicen que “la política se hace o se padece”, esto es, o participamos en eventos democráticos como son las elecciones o dejamos que otros definan con su voto por nosotros. Siempre he creído que el que no vota no tiene derecho a criticar al gobierno que los demás eligieron, ya que no hizo nada por atajarlo.

No poder disfrutar un puente en la vida no es definitivo para nadie, pero no dar el voto personal, con todos los efectos que esto representa y trae, sí puede ser fundamental para el futuro de la Colombia en la que viviremos con nuestros hijos.

Pensemos y actuemos en consecuencia 

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