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Un aspirante en Colombia a la presidencia de la república, no requiere de una especialización o maestría; de hecho, ni siquiera debe tener un título universitario.
Por Rubén Darío Barrientos G. - opinion@elcolombiano.com.co
No se horroricen, amigos lectores. En este dolce far niente, estaba examinando nuestra Carta Magna y me di cuenta que no hay exigencias mayores para quienes busquen aterrizar en la Casa de Nariño. Aunque los títulos educativos y la experiencia pueden traducirse en más preparación para el máximo cargo político del país, en realidad un aspirante en Colombia a la presidencia de la república, no requiere de una especialización o maestría; de hecho, ni siquiera debe tener un título universitario.
En su artículo 191, la Constitución Nacional pergeña cuáles son los requisitos para ser presidente. Estos son bastante asequibles: “Ser colombiano por nacimiento, ciudadano en ejercicio, mayor de treinta años y haber residido en el país al menos durante los últimos seis años antes de la elección”. ¡Cumplo! Es notorio que no podrá ocupar esta figura, el ciudadano que haya sido condenado por sentencia judicial, “a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos”. ¡Cumplo!
La razón por la cual no hay requisitos de relieve en cuanto a la preparación académica de los aspirantes a la Presidencia en Colombia, dicen los connotados, es muy monda y tiene que ver con un principio: En un sistema democrático el valor básico es la igualdad, vuelto derecho, cuando se habla del acceso a los cargos de elección popular. Entre más cortapisas se pongan en este sentido, estaríamos hablando entonces de un sistema distinto, que podría llegar a ser aristocrático. Y un analista, de nombre Rubén Pulido, la puso bien patas-arriba: “Los títulos académicos, son consideraciones que deben estar en el electorado. Pero no deben estar en la selección de aspirantes”.
En la Constitución de 1886, el presidente de la república tenía un periodo de seis años. En 1905, el presidente Rafael Reyes reformó la constitución para que el periodo presidencial durara diez años, siempre y cuando él fuera el presidente, de lo contrario sería de cuatro años. Una joya. Con la reforma constitucional de 1910, el periodo presidencial pasó a ser de cuatro años con la posibilidad de una reelección no consecutiva. En la Constitución de 1991, se prohibió la reelección presidencial y en el año 2004, fue nuevamente permitida la reelección inmediata por un único periodo. Así las cosas, Uribe y Santos, ocuparon la presidencia por dos periodos consecutivos. Pero en 2015, con la reforma del equilibrio de poderes, la reelección presidencial fue nuevamente vedada y se determinó que solamente podría levantarse tal prohibición, merced a una asamblea constituyente o un referéndum.
Gabriel Antonio Goyeneche, fue un jocoso candidato a las elecciones presidenciales de Colombia de 1958, 1974 y 1996. Dormía en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. Fue conocido como el “candidato vitalicio” y tuvo propuestas histriónicas, como: (i) Pavimentar el Río Magdalena, para facilitar el transporte en Colombia, (ii) Construir un techo gigante para proteger a Bogotá de la lluvia, (iii) Convertir los ríos del país en Aguardiente, echándoles anís y (iv) Hacer que todas las nuevas carreteras, se hicieran en bajada para ahorrar combustible.
¡Por favor, padres de la patria, propongamos requisitos de alguna exigencia para el solio de Bolívar!