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Los diez municipios ubicados en la cuenca alta del río Medellín crearon el Área Metropolitana del Valle de Aburrá mediante la Ordenanza Departamental N.º 34 del 27 de noviembre de 1980, que tenía como finalidad la promoción, planificación y coordinación del desarrollo y la prestación conjunta de servicios.
Ha sido un modelo pionero en el país para articular la toma de decisiones y el logro de metas territoriales en temas como servicios públicos, movilidad, ambientales, sociales y económicos, que han contribuido al crecimiento de cada uno de los municipios y a la mejoría de la calidad de vida de los más de cuatro millones de personas que la habitan.
Los servicios de salud que hoy se ofrecen en esta región se caracterizan por una excesiva fragmentación. Esta genera escasa coordinación entre los distintos niveles y sitios de atención, una débil atención primaria, duplicación de servicios e infraestructura, capacidad instalada ociosa y atenciones en los sitios menos indicados, con una tendencia a concentrarse en Medellín. Como resultado hay dificultades de acceso, baja calidad e insatisfacción, uso ineficiente de los recursos e incremento de los costos.
La Región Metropolitana de Salud, que, aunque fue incluida en el “Plan de Gestión 2012 – 2015”, nunca pudo ponerse en marcha. Esta idea se sustenta en lo que la Organización Mundial de la Salud define como “Redes Integradas de Servicios de Salud”. También, la Ley 1751 de 2015 o Ley Estatutaria de Salud establece en el articulo13 que “el sistema de salud estará organizado en redes integrales de servicios de salud, las cuales podrán ser públicas, privadas o mixtas.”
Para la OMS una red integrada es “un conjunto de organizaciones que presta, o hace los arreglos para prestar servicios de salud equitativos e integrales a una población definida”. Sus características básicas incluyen una “a) articulación funcional de unidades prestadoras de distinta naturaleza; b) organización jerárquica según niveles de complejidad; c) un referente geográfico común; d) el comando de un operador único; y e) contar con normas operacionales, sistemas de información y otros recursos logísticos compartidos”.
El desafío más grande en salud que quizás enfrenten los futuros gobernantes de Medellín y Antioquia es el de concebir y poner en marcha una nueva Región Metropolitana de Salud que articule estos servicios en los diez municipios que componen el Valle de Aburrá. Hay que superar el nefasto “menudeo” político que ha impedido la reunificación de este sector, pensando en grande para generar nuevas oportunidades de desarrollo, progreso y equidad para todos los habitantes de esta región.
