Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Estos rankings son útiles porque permiten la comparación con aquellos mejor calificados, ya que en el mundo de hoy la evaluación exclusivamente interna resulta demasiado parroquial y de poco beneficio.
Por Armando Estrada Villa - opinión@elcolombiano.com.co
En ediciones recientes, los periódicos El Tiempo y EL COLOMBIANO divulgaron rankings sobre Colombia producidos por acreditadas entidades internacionales, en materia de corrupción, el impacto de la violencia, la transición energética y la deforestación de bosque tropical. Los resultados de estas clasificaciones son inquietantes para el país, porque en vez de mejorar, muestran retroceso.
Al efecto, el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción, realizado por Americas Society / Council of the Americas y Control Risk, no evalúa el grado de corrupción, sino la eficacia para prevenir, detectar y castigar las actividades corruptas en 15 países de Latinoamérica. Aquellos con un puntaje máximo de 10 son los que poseen mejores mecanismos para enjuiciar y sancionar a los corruptos, según la capacidad legal, la democracia e instituciones políticas y la sociedad civil y los medios de comunicación. En el índice 2023, Uruguay con 6.99 ocupa el primer lugar y Venezuela con 1.46 es último. Colombia cayó de 5.18 puntos en 2020 a 4.78 en 2023 y pasó del séptimo al noveno puesto, lo que demuestra que el combate a la corrupción ha perdido fuerza.
De su parte, el Índice Global de Paz, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, con sede en Sidney, evaluó los niveles de paz en 163 países, teniendo en cuenta tres elementos: el nivel de seguridad social y protección, la extensión del conflicto doméstico e internacional en curso y el grado de militarización, y posicionó a Colombia en el puesto 140, empatado con Venezuela, el más bajo de Latinoamérica, donde Costa Rica, puesto 39, y Uruguay 50 son los más pacíficos. En el mundo, Islandia y Dinamarca son más los apacibles en tanto que Afganistán, Sudán y Somalia son los más violentos. Además, debe destacarse que los conflictos sociopolíticos y la violencia interna le cuestan al país 28,6% de su PIB.
Por su lado, el Foro Económico Mundial publicó el Índice de Transición Energética (ETI) 2023, que mide el rendimiento del sistema energético y la preparación para la transición hacia energías más limpias. El estudio evaluó 120 países, donde Suecia con un puntaje de 78.5 es el país mejor posicionado, Brasil con 65.9 el mejor de América Latina y el 14 en el mundo, mientras Colombia descendió del puesto 29 al 39, dado que disminuyó de 66 puntos en 2021 a 60.5 en 2023, teniendo bajos puntajes en innovación (25.8), infraestructura (47.6) y finanzas e inversiones ((49.4), lo que refleja un retroceso en la eficacia del sistema energético actual y en la preparación para la transición.
A su vez, el Instituto de Recursos Mundiales, en colaboración con la Universidad de Maryland, conforme al análisis de imágenes satelitales, informa que el planeta perdió 4.1 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios en 2022, siendo los más deforestadores Brasil, República Democrática del Congo y Bolivia. De su parte, Colombia con 128.455 hectáreas de bosques talados es el sexto en el mundo. Minería ilegal, comercio ilícito de madera, siembra de coca, aumento de pastizales, construcción de carreteras e invasión de tierras fueron las causas de la deforestación, que trae consigo la pérdida de una eficaz herramienta para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad, la salud y los medios de subsistencia de millones de personas.
Estos rankings son útiles porque permiten la comparación con aquellos mejor calificados, ya que en el mundo de hoy la evaluación exclusivamente interna resulta demasiado parroquial y de poco beneficio. Si bien, los rankings son criticados por quienes no obtienen buenos rendimientos, deben tenerse en cuenta ya que constituyen un medio que promueve el autoexamen y la autocrítica.