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El sector privado está listo para acompañarlos, pasar del repetido diagnóstico a la acción con el propósito de sumar en ese objetivo de hambre cero que se han trazado.
Por María Bibiana Botero Carrera* - www.proantioquia.org.co
“Mejor irse para la guerrilla que quedarse en la casa haciendo aseo”, declaró una mujer excombatiente que en su niñez había sido víctima de reclutamiento forzado en Antioquia. Esta historia, junto a la de otros niños fue recogida entre 2018 y 2019 por Mariluz Posada y Jaime Saldarriaga en una investigación de la Universidad de Antioquia que se preguntó ¿Qué es ser niño en Antioquia?
Estos relatos, que surgen de la realidad del municipio de Anorí, se han repetido en Urabá o el Bajo Cauca, en el conflicto urbano del Valle de Aburrá, en los dolores del Magdalena Medio y Oriente lejano, resultado de las oleadas de violencia que hemos vivido. Esta investigación coincide con otros trabajos de especial relevancia que se han desarrollado en torno a la niñez: La situación actual y prioridades para Medellín y Antioquia de Niñez Ya de 2023, Perfil Alimentario y Nutricional de los menores de 18 años en Antioquia para 2023 de la Gobernación de Antioquia, y el reciente informe que presentó Antioquia Cómo Vamos ¿Cómo va la primera infancia en Antioquia en 2023?
El informe de Antioquia Cómo Vamos, con el apoyo de la Fundación Éxito y Sofía Pérez de Soto, nos habla de un universo de 275 mil historias de menores de 3 a 5 años en el departamento: 108 mil están matriculados en prejardín, jardín o transición. De este total solo 9% está en prejardín y 12% en jardín, muy lejos de lo que necesitamos para cerrar brechas y cuidarlos.
El estudio de la Gobernación, que comprende entre los 0 y 18 años de edad, reveló que siete de cada diez hogares que se visitaron para el perfil alimentario y nutricional de Antioquia se encuentran en inseguridad alimentaria y 14% de los 5.833 niños y menores de 5 años a los que se les hizo seguimiento están en riesgo de sobrepeso. La radiografía evidenció estas alertas: reducción drástica en la ingesta de productos como la carne -51% menos- y leche -39% menos-. El informe también mostró que 92% de los hogares, con menores de 18 años, en Urabá tiene algún grado de inseguridad alimentaria, mientras que esta cifra es de 82% en Bajo Cauca.
La realidad de todos estos niños es muy distinta y las oportunidades para superar situaciones tan dramáticas aún dependen del lugar en donde nacen: en relación a la población del Valle de Aburrá que está compuesta por menores de 5 años en un 7% a la de Urabá y Bajo Cauca que es de 12%.
La disminución de la mortalidad perinatal, que alcanzó la menor tasa desde 2005, es un resultado que nos da esperanza e impulsa a continuar con los esfuerzos para cuidar nuestra niñez. También en 2022 se registró la tasa de mortalidad materna más baja en los últimos 5 años, lo que evidenciaría una recuperación de los efectos de la pandemia en el cuidado de las gestantes.
Las nuevas administraciones de Medellín y Antioquia tienen el mandato de concretar sus anuncios de poner el hambre y la niñez en el centro de la agenda. El sector privado está listo para acompañarlos, pasar del repetido diagnóstico a la acción con el propósito de sumar en ese objetivo de hambre cero que se han trazado.
¿Si la vulnerabilidad de un niño, su profunda inocencia e ingenuidad no logran conmovernos, entonces qué lo hará?