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No existe ninguna duda de que todos los colombianos deseamos la paz, pero el último documento firmado por los representantes del Gobierno Nacional y el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, ELN, no conduce a un progreso importante de este propósito.
Todos anhelamos que el ELN cumpla lo convenido e igualmente vemos que la creación de un fondo multidonante para el sostenimiento del proceso de paz tiene bastantes inconsistencias o inconvenientes; además no se está avanzando en forma rápida hacia el fin del conflicto armado.
Aquí todo parece indicar que los firmantes del documento no contaron o tuvieron en cuenta que el llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN) aún aparece calificado por muchas naciones como una organización guerrillera insurgente, narcotraficante y terrorista.
Si ese fondo multidonante es a cargo del Gobierno Nacional que preside Gustavo Petro por los factores económicos generales del país es inoportuno, inapropiado y hasta improcedente y generará implicaciones en el nivel internacional.
El principal inconveniente, inconsistencia o dificultad para cumplir lo firmado es del orden económico debido a que la creación del fondo multidonante desde ya cuenta con una reacción, casi generalizada, de rechazo.
