Pico y Placa Medellín
viernes
no
no
Cuando una ciudad ha sido mal planeada o no recibe el mantenimiento debido, cualquier situación anómala la desborda.
Por José Guillermo Ángel R. - memoanjel5@gmail.com
Estación Ciudad Desbordada, a la que llegan gentes variadas que buscan asentarse en cualquier sitio de la periferia y allí se amontonan sin calcular peligros, turistas que gentrifican los mejores espacios y encarecen el lugar, directores de instituciones con más nombre que acción, vendedores ambulantes que se hacen el diario vendiendo lo que pueden, constructores que verticalizan densificando (más carros, más basura, mas consumo de agua y energía en el mismo punto), planeadores urbanos que ofrecen más teorías que posibilidades de construcción, expertos en viabilidad que se encogen de hombros y tosen debido a la contaminación, vecinos bullosos sin ningún control (música a todo volumen, altavoces en carnaval), aguaceros que inundan calles y construcciones debido a obras mal construidas, políticos que prometen arreglar con palabras planes de gobierno que no se cumplen, ciudadanos (mejor, anti ciudadanos) a los que no les importa que sus desperdicios sean su reflejo, habitantes de calle que parecen salidos de la Comedia de Dante, etc. Y frente a esto, los que hacen el mantenimiento sin dar abasto, los que ponen los asuntos claros pero no los oyen, los que ofrecen soluciones técnicas viables pero no están en la rosca, los que saben que la ciudad es como una casa que si no recibe mantenimiento se cae. Y bueno...
Cuando una ciudad ha sido mal planeada o no recibe el mantenimiento debido, cualquier situación anómala la desborda. Y lo anómalo (lo que se sabe que puede pasar si no hay correcciones), se vuelve un problema enorme que pone en aprietos a la administración (que siempre culpa a otros) y a los ciudadanos, que sea enloquecen cuando los errores explotan. Pasó con el aguacero del lunes en el que, por falta de mantenimiento de quebradas y el rio, creó un diluvio; pasó con el daño en el Metro (que se corrigió rápido), pero demostró que hay vías insuficientes a las que cada día les meten más vehículos que se mueven como quieren y en los que hay todo tipo de trampas para evitar el pico y placa. Pasa.
Una ciudad son las normas que se cumplen: hasta dónde podemos crecer y en qué condiciones, cuántos vehículos se pueden mover, cuánta contaminación resiste el aire, con qué materiales se construye y quién lo debe hacer por la experiencia que acredita, teniendo en cuenta recursos básicos (el agua, por ejemplo) y compensación urbana: transporte debido, sitios necesarios (hospitales, universidades, escuelas cercanas, lo básico a la mano etc.), espacios para crear ciudadanía, comercio ordenado, gentrificación controlada. Una ciudad no es un cuarto de san Alejo donde se amontona de todo sin saber qué hay ahí ni lo que pasa.
Acotación: administrar una ciudad no son frases sino dar mantenimiento para que funcione y evitar problemas. Y esa administración son personas que prevén y no dejan crecer errores. Para eso son elegidas, para tener ciudad y no un lugar acromegálico.