viernes
3 y 4
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Por p. Wilson Lopera B.
wilsonlopera7@gmail.com
Vamos sobre el pleno itinertario cuaresmal que nos conduced hacia Pascual del Señor.
Estamos sobre el segundo domingo de Cuaresma, donde la liturgia de la Iglesia nos propone textos propios que preparan al cristiano y lo hacen consciente de la llamada permanente que Dios le hace a construirse en grande como ser humano.
El evagelio para este domingo lo tomamos de San Mateo en el capítulo 17, versículos del 1 al 9. Es el bellísimo evento de la transfiguración del Señor que tiene todo su desarrollo en la altura del monte Tabor, lugar por excelencia donde el hombre semita ha tenido las grandes manifestaciones teofánicas y a donde llegan miles de peregrinos del mundo entero.
Podemos mencionar algunas líneas concretas de este evangelio.
Una, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan. Dos, los conduce a la altura del monte. Tes, les manifiesta su gloria, prefiguración de la Pascua que va a celebrar en la ciudad santa. Cuarto, será el encuentro entre la ley, representada en Moisés, y los profetas, a través de Elías.
¿Más qué decirle al hombre posmoderno sobre este texto bíblico?
El h0mbre está llamado a la transformación de su ser, llamado a transfigurarse por la verdad, por la honestidad, por la fe, por el servicio, y no dejarse desfigurar nunca por la mentira, la corrupción, la violencia, la muerte.
Este evangelio es el grito de Dios al hombre cibernauta que le quiere recordar que por más conquistas y transformaciones tecnológicas que pueda hacer, y de las cuales Dios se complace, está llamado es a la transformación de su propia vida como la mejor manera de ser él mismo en esta historia.
En la libertad humana el hombre es capaz de decidir si se transfigura o se desfigura viendo él mismo caminos de plenitud o caminos de perversión.
El mensaje cristiano en el cual Jesús sigue involucrando al hombre de este tiempo no es más que la posibilidad de hacer de nuestra sociedad una subida en la que Dios seguirá mostrando su rostro glorioso, y evitando que el abismo se muestre como la única alternativa, en la que el hombre pueda descansar plenamente sus anhelos más profundos .