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Columnistas | PUBLICADO EL 02 noviembre 2021

“Evangélico” es otra forma de decir “republicano’

Por Ryan Burge

La sabiduría convencional sobre la religión en los Estados Unidos es que la cantidad de personas que no tienen afiliación religiosa está subiendo rápidamente. En los años 70, los americanos seculares, eran apenas el 5 por ciento de la población; ahora esa cifra se ha elevado a al menos 30 por ciento. Los datos sugieren que los grupos religiosos están sufriendo pérdidas tremendas a medida que los seculares crecen en tamaño e influencia cada año.

Un informe reciente del Centro Investigativo Pew trae revelaciones sorprendente, como por ejemplo que, entre 2016 y 2020, no hubo disminución significativa en la cantidad de americanos que se identificaban como cristianos evangélicos. En cambio, el informe encontró lo contrario: durante la presidencia de Donald Trump, esta cifra creció.

Los cristianos conservadores celebraron la noticia. Durante años, han aparecido historias en los medios de comunicación sobre cuántas de las denominaciones teológicamente más moderadas como los episcopales y la Iglesia Unida de Cristo han sufrido pérdidas asombrosas en su membresía. El hecho de que las denominaciones que permitían a las mujeres ser pastoras estuvieran en declive mientras que las iglesias evangélicas que tomaron posiciones más conservadoras sobre puntos de vista de género y sexualidad se mantuvieron firmes fue evidencia para los evangélicos de que la religión conservadora tiene poder de permanencia. Debido a que estas tradiciones moderadas se parecían mucho a la cultura que las rodeaba, decía la historia, era fácil que sus miembros dejaran de asistir a la iglesia. Los evangélicos se enorgullecían de su distinción de la sociedad dominante, lo que los aislaba de fuerzas como la secularización.

Sin embargo, la cantidad de personas que se autoidentifican como evangélicos probablemente no ha crecido en los últimos años porque los evangélicos han sido eficaces en la difusión del Evangelio y en traer nuevos conversos a la iglesia.

Es más probable que el evangelicalismo esté ligado al Partido Republicano. En lugar de afinidad teológica por Jesucristo, millones de estadounidenses se sienten atraídos por la etiqueta evangélica debido a su asociación con el G.O.P.

Esto está sucediendo de dos formas diferentes. La primera es que muchos americanos que han empezado a adoptar la identidad evangélica son personas que casi nunca asisten a servicios religiosos. La evidencia apunta en una dirección: para muchos estadounidenses, ser un republicano conservador es ser un cristiano evangélico, independientemente de si alguna vez asisten a un servicio dominical.

El segundo factor que refuerza el evangelicalismo en las encuestas es que más personas están adoptando la etiqueta sin tener ningún apego al cristianismo protestante. El número de católicos, musulmanes, miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cristianos ortodoxos e hinduistas que se identifican como evangélicos es mayor hoy que hace apenas una década.

Sin embargo, estos no protestantes están adoptando la etiqueta evangélica por razones ligeramente diferentes. Protestantes y no protestantes tienen una fuerte afinidad por el Partido Republicano y las políticas de Donald Trump, pero los evangélicos no protestantes son mucho más devotos religiosamente. En esencia, muchos estadounidenses están entendiendo que estar muy comprometidos con la religión y ser muy conservadores políticamente significa que son evangélicos, incluso si no creen en la divinidad de Jesucristo.

El rápido aumento de los evangélicos no religiosos y no protestantes ha significado que la tradición no se desvaneció de manera significativa durante la última década. Pero en cambio, lo que significa ser evangélico se está rehaciendo radicalmente. Ahora, los datos indican que cada vez más estadounidenses están combinando el evangelismo con el republicanismo, y fusionando dos fuerzas para crear un movimiento que no se trata exclusivamente de política o religión, sino de poder.

El evangelicalismo blanco nunca ha estado más unificado políticamente que ahora. En la década de 1970, sólo el 40 por ciento de los evangélicos blancos que iban a la iglesia semanalmente se identificaban como republicanos; en los datos más recientes, ese número ha aumentado a un máximo histórico del 70 por ciento.

La coalición evangélica puede no estar de acuerdo sobre cuál religión es la correcta o incluso si la devoción religiosa es necesaria para identificarse como evangélico. Pero el día de las elecciones, hablan con una sola voz, en pleno apoyo al candidato republicano

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