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Columnistas | PUBLICADO EL 04 marzo 2023

Digitalización y eficiencia

La tecnología digital de doble vía, modernizará la comercialización y la distribución del servicio de energía eléctrica, empoderando al usuario final, quien cada vez tendrá una participación más activa en el sector.

Por Diego Mesa Puyo* - d.mesapuyo@columbia.edu

La digitalización ha transformado los modelos de negocio de casi todas los sectores económicos, desde la prestación de servicios, incluyendo la salud y la educación, pasando por la oferta de programas gubernamentales, hasta el comercio, la industria, el transporte y el acceso directo a información en tiempo real a través plataformas digitales o redes sociales. Las tecnologías de la información han penetrado todos los ámbitos económicos y sociales, impactando directamente los procesos de producción de bienes y servicios, así como su comercialización, distribución y consumo. A medida que el mundo continúa adoptando procesos digitales de manera acelerada, la recolección masiva de datos e información está habilitando el desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas que revolucionaran aún más los procesos productivos y los comportamientos humanos.

En el sector energético, la adopción de estas aplicaciones contribuirá a un uso más eficiente y racional de la energía, así como a detectar y reducir las emisiones en toda la cadena de valor del sector. En las próximas décadas, las digitalización hará que los sistemas energéticos estén cada vez más conectados y sean más inteligentes, eficientes, confiables y sostenibles. Los avances en la recolección de datos, la analítica y la conectividad ya están permitiendo una gama de nuevas aplicaciones digitales en el sector energético, como los dispositivos inteligentes, la movilidad compartida, la teledetección, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (machine learning). Adicionalmente, los sistemas de energía podrán en un futuro no muy lejano identificar en tiempo real quién y cuanta energía necesita, y entregarla en el momento adecuado, en el lugar correcto y al menor costo posible.

Un primer paso es cambiar los medidores o contadores de energía análogos por medidores inteligentes. Esta tecnología digital de doble vía, más conocida como infraestructura de medición avanzada, modernizará la comercialización y la distribución del servicio de energía eléctrica, empoderando al usuario final, quien cada vez tendrá una participación más activa en el sector. Por ejemplo, se podrían implementar tarifas horarias para que las personas y las empresas, con el apoyo de electrodomésticos y equipos inteligentes y el internet de las cosas, consuman energía de manera más eficiente y en las horas de menor costo. También sería posible monitorear las redes de distribución de manera remota, lo que a su vez permitirá la entrada de nuevas empresas a mercados donde hoy no tienen una presencia física, incrementando así la competencia y beneficiando al usuario final.

En el ámbito industrial, las tecnologías digitales también permiten optimizar de manera significativa la eficiencia energética, ayudando a reducir la cantidad de energía que debe generarse o el consumo de combustibles fósiles en diferentes procesos intensivos en el uso de energía como la producción de acero, cemento, vidrio o petroquímicos. Adicionalmente, la posibilidad de captar datos fiables en tiempo real es el primer paso para entender de dónde vienen las emisiones y así poder reducirlas de una manera eficiente. Aunque la digitalización por sí sola no resolverá los problemas del sector, la adopción generalizada de tecnologías digitales será critica para mejorar la eficiencia energética y lograr la carbono neutralidad.

*Miembro Distinguido Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.

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