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Columnistas | PUBLICADO EL 15 junio 2015

Dependientes de la tecnología

PorSantiago ValenciaFundación Universitaria Luis AmigóComunicación social, tercer semestresanti_77_valencia@hotmail.com

Por: Santiago Valencia
Fundación Universitaria Luis Amigó
Comunicación social, tercer semestre
santi_77_valencia@hotmail.com

No hay duda de que vivimos en la era tecnológica. Para cualquier actividad de nuestro quehacer diario, requerimos en gran porcentaje de algún aparato tecnológico o, al menos, se nos volvió “natural” contar siempre con cualquiera de estos implementos.

Si vamos a caminar o a hacer deporte, debemos llevar con nosotros nuestro teléfono móvil, como si la vida dependiera en algún momento de ello. Se nos volvió imposible andar la ciudad sin estar pendientes de si recibimos alguna llamada, algún mensaje de texto, un correo; o de estar sin ver qué posteó cualquiera de nuestros familiares o amigos más cercanos en sus redes sociales.

No tener un celular “inteligente” se nos volvió prácticamente inaceptable en nuestra sociedad, insisto, como si la vida misma dependiera de si lo tenemos o no.

Más allá de los beneficios que estos implican, los cuales, por supuesto, tampoco desestimo, miremos los problemas que nos han traído: las relaciones interpersonales no son como antes; ahora se nos hace complicado soltar el celular y mirar a los ojos a las personas con quienes hablamos. Hacer operaciones matemáticas en nuestra mente ya es aburrido y para algunos hasta absurdo, pues para qué “desgastarnos’’ si existen las calculadoras.

Las innumerables facilidades que la tecnología nos proporciona, nos están absorbiendo, y casi que convirtiendo a nosotros mismos en tecnología, pues estamos a escasos pasos de convertirnos, si no lo somos ya, en robots programados.

Ya no abrazamos con la misma frecuencia que lo hacían nuestros padres y abuelos, no salimos con amigos sin tener la necesidad de que todo el mundo se entere por medio de las fotos que posteamos, no podemos asistir a una fiesta o celebración sin tener en nuestras manos una cámara para capturar esos sencillos momentos que antes capturábamos, únicamente, en la “cámara” de nuestros ojos y almacenábamos en nuestra memoria, la de verdad, la humana, no una memoria USB o en la de nuestros computadores.

La situación desde hace años respecto al tema de las tecnologías es crítica, nos estamos volviendo tecno-dependientes, casi robots, y estamos olvidando ser humanos.

*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
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