<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 23 julio 2021

Buscando culpable

Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZramirovego@gmail.com

La Unión Europea, y luego Estados Unidos, anunciaron medidas para sancionar con mayores tasas a los países que sean laxos en el manejo de las emisiones de carbono.

Cada vez la espada se acerca más al cuello de la humanidad: la temperatura aumentó 1,2° Celsius desde la era preindustrial, el mayor porcentaje en las últimas décadas, y el límite propuesto por la comunidad internacional es que no suba más de 1,5° C -lo que parece no se cumplirá, o que no llegue o pase de 2° C.

Aunque el bloque europeo y los estadounidenses tendrán que negociar en sus legislativos las condiciones de la propuesta, es un asunto que implica al resto del mundo y podría traer tremendas injusticias y los pobres terminen pagando el daño del primer mundo.

Los europeos proponen prohibir vehículos a gasolina y diésel desde 2035, un impuesto a la gasolina para aviones, hacer más caros los bonos de carbono para que sea más costoso emitir y, tal como Estados Unidos, elevar aranceles a productos de países poco comprometidos con la reducción de emisiones.

Sectores como el acero, cemento, aluminio, fertilizantes y la generación eléctrica, por ejemplo, pueden sufrir las consecuencias.

Urge mayor conciencia y un compromiso más serio y real de los industrializados, mas lo que plantean podría derivar en que los menos desarrollados sean quienes asuman los costos que aquellos no han asumido históricamente.

Vendrán álgidas negociaciones del comercio mundial, sobre el proteccionismo y un intenso lobby de gobiernos y empresas, además, según lo que se acuerde, malestar social con protestas de consecuencias imprevisibles (costos podrían trasladarse al ciudadano).

Hay un elemento clave en la discusión: ¿quién dirá quién es laxo, conociendo que pocas cosas más hipócritas que la diplomacia internacional?

En Colombia podrían afectarse algunas exportaciones, pues el Gobierno no ha querido diversificar con rapidez la canasta y seguimos dependiendo de los minerales. Mientras el presidente Iván Duque, en ese mundo irreal en el que vive, dice al Congreso que se debe cambiar el modelo de desarrollo, insiste en el fracking para liberar más carbono y en megaminería que deforesta y acaba con recursos bióticos e hídricos. El país no es gran emisor de gases en procesos y matriz energética, pero afecta al mundo por la descontrolada deforestación amazónica (aumentó según Ideam).

Por esto solo podríamos ser objeto de mayores aranceles. Y si no se da, por esa diplomacia amañada, sí revela que el Gobierno persiste en lo ambiental en aprobar lo contrario de lo que predica.

Maullido: cinismo, la palabra que mejor define al gobierno Duque

Ramiro Velásquez Gómez

Si quiere más información:

.